Un signo de unidad en la Iglesia católica
Como obsequio en el centenario de su fundación, la comunidad de los palotinos ha decidido regalar al Movimiento de Schoenstatt el Santuario original, cuna de este movimiento eclesial internacional. La noticia fue acogida este miércoles 22 de mayo “con alegría y gratitud”, como expresaba el provincial de los padres de Schoenstat Theo Breitinger.
Desde antes de que en 1914 el padre palotino José Kentenich fundara el Movimiento de Schoenstatten una caseta de herramientas de la congregación (en el valle alemán de Schoenstatt) que, con un grupo de jóvenes novicios, había empezado a utilizar como capilla, hasta ahora, en que aquella capillita se ha convertido en un lugar de peregrinación muy visitado por personas de distintos países, la propiedad de ese santuario siempre había pertenecido a la congregación religiosa.
El último año, el Santuario ha sido administrado por los padres de Schoenstatt, la experiencia ha sido muy positiva y las conversaciones entre palotinos y schoenstattianos sobre una posible compraventa de la propiedad han acabado con la donación.
La congregación religiosa y el movimiento eclesial han realizado esfuerzos estos años por mantener una relación armoniosa. El provincial de los palotinos, el padre Helmut Scharler, ha expresado su esperanza en que “muchas personas puedan experimentar en el futuro la cercanía de la Santísima Virgen y la fuerza santa e inspiradora del lugar de peregrinación".