Nosotros somos hijos de Dios gracias a Jesús, nadie nos puede robar este carnet de identidad: es lo que afirmó el papa Francisco el 4 de julio de 2013 en la Misa de la Casa Santa Marta.
El centro de la homilía del Papa fue el Evangelio de la curación de un paralítico. Jesús al principio le dice: “Ánimo hijo, tus pecados te son perdonados".
"Quizás –afirma el Papa- esta persona se quedó un poco ‘desconcertada’ porque lo que quería era curarse físicamente”.
Después, ante las críticas de los escribas que lo acusaban de blasfemar –“porque solo Dios puede perdonar los pecados”, Jesús lo cura también en el cuerpo.
El milagro más profundo de Jesús
En realidad –explica el Pontífice- las curaciones, la enseñanza, las palabras fuertes contra la hipocresía, eran “solo un signo, un signo de algo más que Jesús estaba haciendo”, es decir el perdón de los pecados: en Jesús el mundo se reconcilia con Dios, este es “el milagro más profundo”.
Su gloria
Jesús nos libera del pecado haciéndose Él mismo “pecado”, tomando sobre sí “todo el pecado” y “esta –dijo el Papa- es la nueva creación”.
Jesús baja de la gloria y se abaja, hasta la muerte, a la muerte de cruz” hasta gritar:
Esta “es su gloria y esta es nuestra salvación”.
Entonces –concluyó el Papa- se entiende cuando Jesús dice: “¡Ánimo, hijo, tus pecados te son perdonados!”.
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