Puntos Corazón, un movimiento católico fundado en 1990 para llevar la misericordia de Dios
Desde que el Cardenal Jorge Bergoglio fue electo Papa y eligió llamarse Francisco, como una especie de nombre programático, ha insistido mucho en la necesidad de vivir el seguimiento de Cristo en clave de misericordia y compasión. Éstas, más que palabras, son “fuerzas vitales” que nos recuerdan que el amor de Dios por el hombre, está siempre “en contacto con la miseria humana”. “Pero el Señor -dijo el Papa en alguna ocasión- nos mira siempre con misericordia, nos espera con misericordia”.
Esta vuelta a la compasión y a la misericordia la están encarnando algunas iniciativas de espiritualidad dentro de la Iglesia. Es el caso de Puntos Corazón, un movimiento católico fundado en 1990 por el Padre Thierry de Roucy y que hoy en día está presente en 22 países de 4 continentes.
Descubrir el valor de la compasión
En la Feria Vocacional de la JMJ en Río este reciente movimiento eclesial que ha ido tomando fuerza, compartió con los jóvenes peregrinos cuál es identidad y misión: “Puntos Corazón ofrece una presencia de amistad y consolación que permite a las personas que más sufren volver a descubrir su dignidad y avanzar con esperanza en su vida”.
El movimiento propone a jóvenes “vivir una misión de uno a dos años, en un barrio particularmente desfavorecido del mundo al servicio de las personas más abandonadas o sufridas, especialmente de los niños”, y pretende difundir una cultura de compasión que pone al hombre en el centro de toda preocupación, en los barrios marginados pero también en el campo de las ciencias, de la economía, del arte, de la política, etc.”.
Señalan que los pilares de la vida de los miembros de este movimiento misionero son la oración, la comunidad y el apostolado. “Partiendo de la experiencia inicial de vida en los barrios pobres, buscamos generar un vasto movimiento de compasión en todos los ámbitos de la sociedad. Nos esforzamos por responder a la sed universal de una presencia de amistad de cada persona, en cada circunstancia y lugar”.
Desde la contemplación
Puntos Corazón nace de la intuición que recibió el padre Thierry de Roucy, en enero de 1990, mientras rezaba el rosario, de fundar una obra que fuera capaz de llevar la compasión del corazón de Jesús al mundo entero. En el año 2000, Puntos Corazón fue aprobada oficialmente por la Iglesia Católica por el Cardenal Estanislao Esteban Karlic como una Asociación Privada de Fieles.
El padre Thierry, define cada comunidad como “contemplativa”. Sus miembros se reúnen cada día para rezar juntos la liturgia de las horas, celebrar la Eucaristía, adorar al Santísimo, y rezar el rosario, oración que especialmente comparten con los niños y los amigos del barrio.
“Llevamos la compasión y el consuelo de Cristo a las personas más heridas en el mundo, a través de la presencia de nuestros voluntarios, los miembros permanentes, los seminaristas y sacerdotes y las hermanas religiosas compartiendo la vida de nuestros barrios y visitando a lugares específicos de sufrimiento: hospitales, orfanatos, cárceles, entre otros lugares”.