Kiko Argüello (Camino Neocatecumenal): cuando el hombre no se siente querido, experimenta que la existencia es un infierno
Unos cincuenta mil jóvenes de setenta países se encontraron, este lunes en el centro de convenciones Riocentro de Río de Janeiro, con el grupo que inició y dirige el Camino Neocatecumenal. En el ya tradicional encuentro vocacional de jóvenes posterior a las Jornadas Mundiales de la Juventud, unos tres mil chicos y unas dos mil chicas se ofrecieron para el seminario y la vida consagrada.
El encuentro estuvo presidido por la patrona de Río de Janeiro, la Virgen de la Peña, y por el arzobispo anfitrión, monseñor Orani Tempesta.
La celebración comenzó con una invocación al Espíritu Santo. El iniciador del Camino Kiko Argüello presentó a algunos de los 75 obispos presentes, y saludó a los jóvenes por países, también a los que participaban en el encuentro desde el exterior.
Se refirió a los más de tres millones de jóvenes que han celebrado los actos centrales de la JMJ con el Papa Francisco como a “una esperanza verdadera” y como una muestra de que “la Iglesia está viva, los jóvenes están con Jesucristo frente a todos los conflictos mundiales, frente a la crisis económica mundial”.
El encuentro consistió en una celebración de la Palabra en la que Argüello cantó un canto de Isaías, proclamó una lectura de san Pablo y anunció el Evangelio como una buena noticia que da respuesta a las necesidades del mundo actual.
“Caminamos en la fe y no en la visión”, recordó al principio, y explicó que “Dios salva a los hombres a través de escuchar una noticia” y que el encuentro que estaban viviendo servía como una formación de futuros evangelizadores del mundo.
El iniciador de esta realidad eclesial surgida en España en la década de 1960 y extendida hoy por más de cien países se refirió a algunos sucesos recientes de suicidios y violencia doméstica y aseguró que su origen se encuentra en la falta de amor.
“El pecado original ha destruido las raíces de lo que nos hace ser persona, porque si yo ya no creo en Dios y pienso que lo que tengo que hacer es buscar mi propia felicidad, entonces las raíces de mi ser persona quedan muertas: ¿yo quién soy?, ¿quién me ha creado?, ¿por qué existo”, planteó.
Y continuó: “Muchos suicidios tienen su causa en que la persona descubre que no es para nadie, que no es amado”.
“Si un hombre pone su ser –el más profundo- en el amor de una mujer y esta mujer le abandona, de pronto experimenta algo muy profundo que se llama el infierno”, añadió; “el infierno existe: el infierno de no ser para nadie: si no eres amado de nadie, es como si fueras abandonado en los espacios siderales oscuros en eterno”.
“Es muy importante saber que existe el infierno –dijo-: nosotros no podemos poner nuestro ser persona en el amor de nadie, hacer del amor una idolatría, nuestro ser profundo es para Dios”.
Tras el anuncio del kerigma tuvo lugar la llamada vocacional, a la que respondieron afirmativamente tres mil chicos para ingresar en un seminario y dos mil chicas para la vida consagrada, de una manera gráfica, levantándose, poniéndose de pie mostrando su disposición. Ahora iniciarán en sus países un proceso para discernir si es la vocación a la que Dios les llama.
Argüello destacó la necesidad de evangelizar el continente asiático, especialmente China, país al que también se refirió al inicio del acto el arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schönborn agradeciendo la labor del Camino Neocatecumenal en ese poblado país.