El Papa preside la misa de inicio del capítulo general de la orden de los agustinosEl Papa Francisco presidió hoy miércoles la misa de inicio del capítulo general de la orden de los agustinos en la que quiso preguntar sobre las inquietudes: “Inquietud, esta palabra me hace reflexionar ¿Cuáles fueron las inquietudes de San Agustín?”, cuestionó.
Durante su homilía, el obispo de Roma abordó las inquietudes de San Agustín: la inquietud de la búsqueda espiritual, del encuentro con Dios, del amor: “Agustín vivió todo pero no consiguió calmar esta inquietud espiritual, no fue anestesiado por el poder", ni la inquietud del amor en la que fue fundamental su madre, santa Mónica: “¡Cuánto ha llorado Mónica!”.
Precisamente sobre Santa Mónica, madre de Agustín, el Papa destacó: “¿Cuántas madres hoy derraman lágrimas para que sus hijos vuelvan a Cristo? No pierdan la esperanza de la gracia de Dios” y continuó: “No es posible que un hijo de tantas lágrimas perezca".
“El mismo San Agustín, después de la conversión y al dirigirse hacia Dios, escribió: “Por amor mío lloraba ante ti mi madre, completamente fiel y derramando más lágrimas de las que derraman las madres por la muerte del hijo. Esta mujer es inquieta, pero lo que ella lloraba, Dios lo había dado abundantemente”, explicó el Papa Francisco.
Igualmente, el Papa pidió “no dejarse fascinar por la mundanidad espiritual y el carrerismo”. “La mundanidad espiritual” , continuó, “impulsa a hacer todo por amor propio, por intereses personales, por carrerismo”, e insistió en tener cuidado ante el peligro de “acomodarse en la propia vida cristiana, en la vida sacerdotal, en la vida religiosa y también en la vida comunitaria”.
“Pienso con dolor en los consagrados que no son fecundos, que son solterones; conserven la inquietud espiritual, la inquietud de anunciar al Señor con valentía y de ir hacia el otro, del amor hacia cada hermano y hermana”, les expresó a los agustinos el Papa Francisco al inicio de su nuevo Capítulo General.