Semblanza y pensamiento de un apóstol de la vida pública
No es posible entender la posición de los católicos en la vida pública sin estudiar la vida, el pensamiento y las instituciones creadas por el cardenal Angel Herrera Oria, quien se encuentra en proceso de beatificación, y que fue presentado hace unos días en el congreso celebrado en la Fundación Pablo VI como modelo y testigo para los laicos de hoy.
Semblanza
Ángel Herrera Oria nació en Santander el 19 de diciembre de 1886, en el ambiente de unan familia profundamente cristiana y patriarcal. Cursa derecho en Valladolid; es abogado del Estado por oposición y tras trabajar en la Delegación de Hacienda pide una excedencia para continuar sus estudios en Madrid. Allí forma parte de de la “Congregación mariana llamada de los Luises" dirigida por el padre Ángel Ayala, en lo que será la fundación de la Asociación Católica de Jóvenes Propagandistas (ACdP).
Tras sentir la necesidad de la creación de un diario, será director de “El Debate” y promoverá la formación del partido de Acción Nacional. En 1935 cesa en la presidencia de la ACdP e impulsado por su vocación religiosa y tras estudiar en Friburgo, es ordenado sacerdote en el año 1940.
Nombrado obispo de Málaga el 24 de abril de 1947, es consagrado el 30 de junio en la iglesia de Sant Lucía; báculo y anillo le fueron regalados por los periodistas y los abogados del Estado, respectivamente.
En 1965 es nombrado cardenal e interviene en el Concilio Vaticano II.
Pensamiento social y agrícola
Raul Mayoral Benito, director general de la Fundación Universitaria San Pablo, explica cómo el cardenal Herrera Oria “fue un modelo de apóstol en la vida pública, un creador de instituciones que sirvieron y sirven todavía en nuestros día a la Iglesia”.
Para Mayoral, las reflexiones de Herrera Oria sobre el campo español comienzan en el contexto de la España del primer tercio del siglo XX, una España con un conflictividad social y política en ascenso. Promueve “la conciliación laboral entre patronos y campesinos” y, buscando la justicia social en el campo español, creará “la Confederación Nacional Católico Agraria, cuya misión, basada en el catolicismo social, fue buscar soluciones a esta problemática agraria, siempre optando por una evolución pacífica frente a una revolución violenta”.
Comienza la modernización del campo español, con créditos agrarios, formación profesional y espiritual de los campesinos y el comienzo del asociacionismo católico.
Las soluciones del Cardenal siempre estuvieron basadas en las encíclicas promulgadas por los Papas, fuentes de la Doctrina Social de la Iglesia, desde la Rerum Novarum del papa León XIII en 1891, pero sobre todo la encíclica Mater et Magistra del papa Juan XXIII en 1961, a la que definía Herrera Oria como la Carta Magna de la agricultura.
Angel Herrera Oria, el periodista
El Debate siempre será el gran ejemplo de cómo debe ser un periódico católico y todo se debe la figura del Cardenal Herrera Oria. En 1911 idea la fundación de un diario que representase a la opinión católica.
Angel Herrera Oria, “más por obediencia que por vocación” (explicaría poco antes de su muerte) se convierte en el director de la nueva cabecera. Se convirtió en un periódico católico, sin llamárselo, no vaticanista ni episcopal, e incluso iba por delante en cuanto a sensibilidad social sobre los problemas de aquella época en España.
Juan Ignacio Luca de Tena diría de él: “era uno de los mejores periodistas que yo he conocido. No un escritor de periódicos como Azorín Mariano de Cavia, Manuel Bueno, Pemán, Eugenio Montes, Cuartero y tantos otros, sino en el sentido de saber organizar y dirigir un periódico: como mi padre. Éste decía que no se puede ser, al mismo tiempo, primer violín y director de orquesta. Don Ángel Herrera no fue nunca primer violín, aunque lo tocara muy bien, pero era un formidable director de orquesta”.