700 hermanas empeñadas en detener el tráfico de personas en el mundoEl reciente congreso sobre la trata de personas celebrado en el Vaticano ha dado visibilidad a algunas iniciativas contra este tipo de abusos, entre ellas TALITHA KUM, la Red Internacional de la Vida Consagrada contra el Tráfico de Personas, constituida en 2009 por el consejo ejecutivo de la Unión Internacional de Superioras Generales.
Con base en Roma, TALITHA KUM tiene como objetivo general “compartir y maximizar los recursos que tiene la vida religiosa en la tarea de prevenir, atenuar y denunciar el tráfico de personas, así como proteger y asistir a las víctimas más vulnerables” de este ilícito mundial que ya ha tomado visos de escándalo, con cerca de dos millones de seres humanos “comerciados” cada año.
700 hermanas en 75 países
Impulsadas por el imperativo de Jesús de cuidar, promover y proteger la dignidad de los hijos de Dios, TALITHA KUM está empeñada en detener el tráfico de personas en el mundo.
“Hemos escogido el nombre de TALITHA KUM –¡Levántate, pequeña!—usando las propias palabras de Cristo al visitar a la pequeña que estaba muerta, pero Él la devolvió a la vida (Mc. 5: 40-43), para enfatizar nuestra misión de esperanza, llevada al contexto del tráfico de personas”, explican las superioras en su comunicado de presentación de su página web y de sus objetivos.
Hoy, después de cuatro años de labores, TALITHA KUM está formada por más de 700 hermanas de 22 organizaciones religiosas, trabajando en 75 países alrededor del mundo.
Esta unión de voluntades y de capacidades desde la vida religiosa tiene como su objetivo primordial el de proteger y asistir a las víctimas del tráfico así como prevenir la trata con una serie de recursos pastorales mediante el trabajo en conjunto.
Enfrentar la trata organizadamente
“Sabemos que las bandas criminales que comercian con mujeres, hombres y niños, están altamente organizadas y bien conectadas de una parte a otra del mundo, y solamente con una organización equiparable podremos proteger y asistir a las víctimas y prevenir que los más débiles y vulnerables de los seres humanos se conviertan en una mercancía”, escriben las religiosas en su presentación.
Más adelante agregan su deseo de ser parte de las sinergias de la Iglesia, sobre todo en el trabajo pastoral que realiza la Iglesia en el mundo contra el tráfico y la trata de personas.
En éste orden de ideas –terminan diciendo en su propuesta comunicativa las superioras de los institutos de religiosas—les anima un solo objetivo: promover, desde la Iglesia, una sinergia activa, enfrentando “la moderna esclavitud” a través de los vínculos y redes de atención que ya existen en la propia Iglesia, en las congregaciones religiosas y en otras realidades religiosas y laicales de todo el mundo.
Se puede conocer más de TALITHA KUM en: http://www.talithakum.info