Jornada de oración por Benedicto XVI a un año de su renuncia

Convocatoria en las redes sociales para unirse el 28 de febrero al horario espiritual del papa eméritoUna jornada de oración con y por Benedicto XVI el 28 de febrero, día en que se conmemora el primer aniversario de la conclusión de su pontificado: es la propuesta del blog La Vigna del Signore para recordarlo y celebrarlo.
 
“Será un día de intensa oración por nuestro Santo Padre, marcado según la horario (aproximado) y las oraciones rezadas diariamente por él –se explica en el evento publicado en Facebook para la ocasión- . Cada uno puede adecuar el esquema de acuerdo a sus necesidades y posibilidades”.
 
Los organizadores prepararán un folleto descargable con los textos de todas las oraciones del día, junto con un rezo especial del Rosario, con meditaciones sobre los misterios tomados del Magisterio de Benedicto XVI.
 
A las ocho de la tarde, hora exacta en que en 2013 se concluyó el pontificado, se invita a rezar la oración del “Te Deum” como acción de gracias por el don de Benedicto XVI.
 
La jornada del papa emérito a la que los que deseen participar en la iniciativa pueden adaptarse comienza con la misa a las siete de la mañana, y media hora más tarde incluye el rezo de laudes, oficio de lecturas y hora intermedia.
 
A las doce del mediodía, Benedicto XVI reza a diario el Angelus y la hora intermedia; a las tres de la tarde, el rosario y la hora intermedia; entre las seis de la tarde y las siete, Vísperas y a las diez y media de la noche, Completas.


 
El 14 de febrero de 2013, Benedicto XVI afirmó: "Aunque ahora me retiro, estoy siempre cerca de todos vosotros en la oración, y estoy seguro de que también vosotros estaréis cercanos a mí, aunque para el mundo estaré oculto".


 
"El Señor me llama a «subir al monte», a dedicarme aún más a la oración y a la meditación –declaró el 24 de febrero del año pasado-. Pero esto no significa abandonar a la Iglesia, es más, si Dios me pide esto es precisamente para que yo pueda seguir sirviéndola con la misma entrega y el mismo amor con el cual he tratado de hacerlo hasta ahora, pero de una forma más acorde a mi edad y a mis fuerzas".
 
"Quisiera trabajar todavía con mi corazón, con mi amor, con mi oración, con mi reflexión, con todas mis fuerzas interiores, por el bien común y el bien de la Iglesia y de la humanidad", dijo el 28 de febrero en sus últimas palabras como Papa.