Un niño de tres años asesinado en Italia, en la oración de FranciscoTras rezar el Ángelus desde el balcón, acompañado por dos niños de la Acción Católica Infantil de Roma, el pensamiento del Papa Francisco se dirigió a la violencia que está sacudiendo Ucrania: “Estoy cercano con la oración a Ucrania, en particular a cuantos han perdido la vida en estos días y a sus familias. ¡Deseo que se desarrolle un diálogo constructivo entre las instituciones y la sociedad civil y, evitando todo recurso a acciones violentas, prevalezcan en el corazón de cada uno el espíritu de paz y la búsqueda del bien común!”, dijo.
Las protestas contra el Gobierno ucraniano en la plaza de la Independencia de Kiev, conocida como Maidán, se han radicalizado esta semana y se han extendido a varias regiones del país. Tres manifestantes han fallecido. Las negociaciones no han logrado detener la violencia por el momento. La oposición rechazó este sábado la oferta del presidente Víktor Yanukóvich de entrar en el Gobierno a cambio de acabar con las manifestaciones. A primeras horas del domingo estalló de nuevo la violencia, cuando una multitud atacó un centro de convenciones del Gobierno donde había policías destacados.
Tras el rezo del Angelus, el Papa Francisco también dirigió un pensamiento al pequeño Cocò Campolongo, quien en días pasados, a la tierna edad de tres años, fue cruelmente asesinado incendiándolo en un automóvil en la localidad italiana de Cassano allo Jonio, en la provincia de Cosenza en Calabria, según algunas fuentes por un ajuste de cuentas de la mafia.
“Este ensañamiento sobre un niño tan pequeño parece no tener precedentes en la historia de la criminalidad -afirmó-. Oremos con Cocò, que seguramente está con Jesús en el cielo, por las personas que han cometido este crimen, para que se arrepientan y se conviertan al Señor”.
Por otra parte, el Obispo de Roma recordó que en los próximos días millones de personas que viven en Extremo Oriente o esparcidas en varias partes del mundo, entre los cuales chinos, coreanos y vietnamitas, celebran el Año nuevo lunar.
De ahí que les deseara a todos ellos una existencia colmada de alegría y de esperanza. “Que el anhelo irrefrenable a la fraternidad – dijo – que albergan en su corazón, encuentre en la intimidad de la familia el lugar privilegiado donde pueda ser descubierto, educado y realizado. Esta será una preciosa contribución a la construcción de un mundo más humano, en el que reine la paz”.
El Papa Francisco recordó además que el sábado en Nápoles fue proclamada beata María Cristina de Savoya, quien vivió a mediados del siglo XIX, Reina de las dos Sicilias.
Respecto a esta mujer de profunda espiritualidad y de gran humildad que supo hacerse cargo de los sufrimientos de su pueblo, convirtiéndose en verdadera madre de los pobres, el Pontífice afirmó que “su extraordinario ejemplo de caridad testimonia que la vida buena del Evangelio es posible en todo ambiente y condición social”.
El Papa saludó a diversos grupos de fieles y peregrinos de Italia y de otros países, entre ellos unos estudiantes de Cuenca (España) y unas muchachas de Panamá.
Francisco también expresó su cercanía a las poblaciones inundadas por el aluvión en la región italiana de Emilia.
Y, por último, antes de desear feliz domingo y buen almuerzo, se dirigió a los muchachos y muchachas de la Acción Católica de la diócesis de Roma, quienes también este año, acompañados por el cardenal Vicario, acudieron a la plaza de San Pedro en gran número al término de su “Caravana de la Paz”.