Tras 54 años casados mueren juntos a la misa hora y en la misma habitación
Un vídeo de 20 desconocidos besándose por primera vez se convierte en un vídeo viral en la popular plataforma Youtube. Un vídeo que quiere mostrar el problema de las primeras veces y que expresa que únicamente hay una y que tiende a caer en el olvido. Niego la mayor y aunque no quiero quitarle mérito al primer beso dejénme que reivindique la historia de muchos héroes anónimos que llevan más de 20 millones de besos, tantos como visitas del Youtube y todos y cada uno de ellos son tan mágicos como la primera vez. Eso sí que tiene mérito.
La noticia no tendrá tantas visitas como el vídeo artificial que ha creado la empresa textil ni esta historia llenará las tertulias entre amigos, pero se trata de vida real y de una historia de amor eterna. Se llaman Beatriz y Fernando. Ella tenía 89 años y él 98. Los dos murieron como vivieron: juntos. Llevaban 54 años casado y habían luchado para construir una familia; disfrutaban su vejez en su casa de Campolivar.
Ambos se conocieron en la ciudad de Valencia en la década de los 50. Él era natural de la capital del Turia y ella de Ciudad Real, de dónde se fue con 14 años para buscarse la vida. Su padre se había criado en un ambiente humilde, pero con su esfuerzo a lo largo de los años logró crear su empresa de construcción que llevaba su nombre.
Su despedida y su muerte también ha sido conjunta, en la misma habitación de un hospital, a la misma hora en la madrugada de este sábado. Les separaron. Él en el hospital y ella en casa, pero finalmente decidieron unirlos en la misma habitación. Allí pasaron el sábado juntos y allí murieron juntos. Beatriz, su hija lo explica en el diario local EMF-Levante: “estaba cogiendo la mano de mamá y de repente noté que no respiraba y no oía su corazón. Fuí a mi padre y me pasó lo mismo. Él estaba un poco más frío, por lo que había faltado antes. Murieron sin hacer ruido…”.
En un mundo como el actual tan aparentemente efímero donde la alegría del primer beso parece desvanecerse bien viene recordar que el amor eterno es posible. Beatriz y Fernando se darían su primer beso hace más de 54 años y aunque ese momento pudiera escaparse supieron guardar algo mejor: una unión tan real que ni la muerte ha podido separar.