Misa de la “Cena del Señor” en un centro para discapacitados en Roma
“Jesús, que es Dios, se ha hecho siervo, y esta es su herencia: también vosotros debéis ser siervos unos de otros”. El Papa Francisco hizo una brevísima y sencilla homilía hoy en el centro Santa Maria della Provvidenza de atención a discapacitados, perteneciente a la Fundación Don Gnocchi.
Las doce personas elegidas procedían de los 29 centros que esta Fundación tiene en Italia. Uno de los doce, según informó el VIS, es de religión musulmana. Este gesto recuerda el lavatorio de los pies del año pasado a dos jóvenes, una de ellas de religión musulmana.
“El gesto de lavar los pies era un gesto de esclavos, de siervos, que lavaban los pies a los invitados”. Jesús “hace un servicio de esclavo, y esto nos lo deja como herencia”, explicó el Papa.
Texto completo:
Hemos escuchado lo que Jesús hizo en la Última Cena: es un gesto de despedida. Es como la herencia que nos deja. Él es Dios y se ha hecho siervo, servidor nuestro. Y esta es la herencia: también vosotros debéis ser servidores unos de otros. Y Él ha hecho este camino por amor: también vosotros debéis amaros y ser servidores y en el amor. Esta es la herencia que nos deja Jesús.
Y hace este gesto de lavar los pies, que es un gesto simbólico: lo hacían los esclavos, los siervos a los comensales, a la gente que venía a comer, a cenar, porque en aquel tiempo las calles eran todas de tierra y cuando entraban en casa era necesario lavarse los pies. Y Jesús hace un gesto, un trabajo, un servicio de esclavo, de siervo. Esto nos lo deja como herencia a nosotros. Nosotros debemos ser servidores unos de otros. Y por esto la Iglesia, a día de hoy, conmemora la Última Cena, cuando Jesús instituyó la Eucaristía, y hace también, en la ceremonia, este gesto de lavar los pies, que nos recuerda que debemos ser servidores unos de otros.
Ahora yo haré este gesto, pero todos nosotros, en nuestro corazón, pensemos en los demás y pensemos en el amor que Jesús nos dice que debemos tener por los demás, y pensemos también en cómo podemos servir mejor a los demás. Porque así lo quiso Dios de nosotros.