Mucha gente va a la parroquia y pide “borrar su bautismo”. ¿Es eso posible?
Desde hace algún tiempo, en internet, y después en las mesas de los despachos parroquiales, llega algún papel que hace la petición de “desbautizamiento”, como diciendo: se me administró el Bautismo cuando yo era completamente inconsciente; pero ahora no quiero tener nada que ver con la Iglesia católica.
Sea cual sea la respuesta que se pueda dar a estas peticiones, para la fe esta no tiene ningún valor sacramental. El Bautismo, de hecho, imprime un carácter indeleble que ningún acto sucesivo podrá nunca cancelar. Por otra parte, la irreversibilidad de este don es un signo de fidelidad absoluta por parte de Dios, no una condena.
Dio si se ha empeñado en amar al hombre, a salvarlo y a guiarlo, a caminar con él por las calles del mundo, aunque nuestros ojos son incapaces de reconocerlo. Y Dios a sus promesas no puede fallar, aunque el hombre decidiera rechazarlo.