La increíble historia de Issa y Leila, una familia cristiana que vive en la ciudad vieja de Jerusalén hace muchos años“Fue una sorpresa, no nos esperábamos que Pablo VI entrara verdaderamente en nuestra casa…”. Son las palabras, aún llenas de emoción, de Issa, un árabe cristiano de 80 años que junto a su esposa conoció al Papa Montini en su histórica visita a Tierra Santa en 1964.
El Papa está a la puerta
El joven Issa era conocido en la vieja ciudad de Jerusalén porque trabajaba en la compañía que se ocupaba de la manutención eléctrica del Santo Sepulcro. Ante la llegada del Papa Montini le dijo a su párroco que tenía un gran deseo: “Quisiera conocer al Papa…”. Pero no recibió ninguna respuesta.
El 6 de enero de 1964 fue el mismo párroco quien advirtió a Issa y Leila: “Extiendan una bonita alfombra frente a la entrada”. Los dos jóvenes obedecieron. Poco después apareció Pablo VI en persona con su séquito papal. El pontífice saludó al vecindario, confesó a una persona gravemente enferma y aceptó una taza de café ofrecida por Leila. La taza está cuidadosamente conservada por Leila en un cofre, en donde está aún visible el polvo del café. “Se detuvo a encontrar a la gente y pasó 15 minutos aquí, en la entrada de nuestra casa”.
Al Papa Francisco le pedimos la paz
La emoción vibra aún en los ojos de Issa y Leila. Pero se ve que hay algo más, algo que no pasa con los años. Existe una fe viva y sencilla. Da testimonio de ello su casa, acogedora y rica en símbolos del amor de Cristo. Y sus 5 hijas, fruto de su amor y su fidelidad que perdura desde hace más de 50 años. Es inevitable hablar además de la inminente llegada de Bergoglio. “¿Qué le pedimos al Papa Francisco?”, pide Leila. “La paz para el mundo. Porque si hay paz aquí entonces toda la Tierra estará en paz”.
La situación de las casas en la ciudad vieja
Issa y Leila tienen 5 hijas y representan una de las familias numerosas que habitan en las casas de la ciudad vieja de Jerusalén, propiedad de la Custodia de Tierra Santa. Al día de hoy se cuentan alrededor de 480, muchas reformadas gracias al proyecto Stones of Memory una de las numerosas iniciativas que apoyan a los cristianos locales.