500 jóvenes condenados a cadena perpetua escriben a Papa Francisco y reciben una respuestaEnviar una carta al Papa Francisco y recibir una respuesta es algo extraordinario, pero recibirla en la cárcel tiene un doble significado, sobre todo cuando eres un joven condenado a cadena perpetua en Estados Unidos y sin la posibilidad de recibir la salida condicional. Este ha sido el caso de 500 jóvenes que han escrito al Papa Francisco.
El Papa ha respondido “profundamente conmovido” por las historias contadas por los jóvenes y les ha asegurado de su oración y pidiendo a su vez, una plegaria por él.
La historia ha sido publicada por la página de noticias nacional de los Jesuitas. El padre Michael Kennedy, director ejecutivo de Jesuit Restorative Justice Initiative se ha encargado de recoger las 500 cartas.
“He leído las cartas que usted me ha enviado con tanta amabilidad desde cada rincón de los Estados Unidos de América por parte de centenares de jóvenes condenados a tierna edad a cadena perpetua sin condicional. Me han conmovido sus historias y sus peticiones de que esta forma de sentencia sea revisada bajo la luz de la justicia y de la posibilidad de una reforma y rehabilitación”.
Cada joven que escribió una carta recibirá una copia de la misiva escrita por Papa Francisco y dirigida al padre Kennedy.
El jesuita ha tenido la idea de enviar las cartas de los encarcelados a Papa Francisco después de verle lavar los pies en semana santa a los jóvenes detenidos del instituto penal para menores de “Casal del Marmo” en Roma. Así, el director de la iniciativa de apoyo a los presos en Los Angeles lavó los pies a los jóvenes, junto a otros hermanos jesuitas, para seguir los pasos de Jesús y del Papa.
Papa Francisco también dijo que le conmovió el gesto del lavado de los pies al “saber que estábamos cerca uno del otro en espíritu […] en la tarde del jueves Santo”.
El padre Kennedy ha confirmado que la carta no cambiará el funcionamiento del día a día en estos lugares marginados, pero “es un pequeño signo de comprensión del líder de la Iglesia Católica, que encarna el mensaje del Evangelio del perdón”. Kennedy considera que también en las cárceles Dios se manifiesta a través de los más débiles.