Esperan la pronta liberación del padre “Toño”
La situación jurídica del padre Antonio Rodríguez, el padre “Toño”, hoy en la cárcel por presuntos vínculos con las pandillas que operan en El Salvador y por “introducir objetos ilícitos a centros penitenciarios” donde se encuentran recluidos pandilleros; así como la colaboración conjunta de la Iglesia católica y el gobierno para enfrentar la violencia, han sido los temas principales de las reuniones recientes entre el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, y las más altas autoridades gubernamentales del pequeño país centroamericano.
Fue el propio arzobispo de San Salvador el que, el pasado fin de semana, dio a conocer la posibilidad de que el padre “Toño” sea prontamente liberado. En la reunión que sostuvo con el fiscal general de El Salvador, Luis Martínez, para hablar sobre este y otros temas dijo “hemos encontrado por parte de las autoridades una respuesta positiva”.
Más adelante señaló monseñor Escobar Alas que “como Iglesia estamos muy unidos al caso del padre; estamos orando por su liberación. Es importante que tengamos en cuenta lo que el padre ‘Toño’ ha hecho durante más de diez años por los necesitados”.
El sacerdote de origen español Antonio Rodríguez fue capturado la madrugada del 30 de octubre, acusándolo de ser “colaborador de pandillas”. No obstante, muchas organizaciones sociales salvadoreñas han mostrado su apoyo al sacerdote realizando manifestaciones, en reiteradas ocasiones frente la Fiscalía.
Su relación con las pandillas y con un proceso de reconciliación entre ellas, ha sido determinante para su detención, en la que se sospecha que los elementos de su “delito” fueron “sembrados” por grupos antagónicos a los pandilleros.
Colaboración estrecha
Por otra parte, el arzobispo de la capital salvadoreña, junto con el presidente de la Republica, Salvador Sánchez Cerén, han llegado a acuerdos específicos para que la Iglesia católica de El Salvador trabaje junto al gobierno “para buscar soluciones a la problemática de inseguridad que vive este país centroamericano”, según informó la Casa Presidencial.
El presidente salvadoreño se reunió con el arzobispo Escobar Alas y además con el obispo auxiliar, monseñor Gregorio Rosa Chávez, y los obispos Jesús Delgado y Rafael Urrutia “para abordar la disposición de la Iglesia de apoyar los esfuerzos que realiza el gobierno con el fin de solucionar el problema de inseguridad que afronta el país”.
El encuentro se "desarrolló en un ambiente de suma cordialidad y en la misma los líderes religiosos expresaron la disposición de trabajar junto al gobierno en el proceso para construir mejores condiciones de seguridad en el país", destaca el documento difundido por la Casa Presidencial salvadoreña.
El encuentro se ha dado días después de que monseñor Escobar Alas –en dos ocasiones ya– denunciara que el país estaba a punto de convertirse en un "Estado fallido" por la violencia.
El arzobispo de San Salvador había dicho el 6 de agosto que la "autodestrucción" por la violencia amenaza con convertir a El Salvador en un "Estado fallido", y el domingo 18 de agosto reafirmó esa posición, lo que generó de nuevo el rechazo de las autoridades, entre ellos, la del presidente Sánchez Cerén.
El Salvador registra actualmente un promedio diario de entre 11 y 12 homicidios, después de que bajara de 14 a alrededor de cinco a partir de marzo de 2012, cuando comenzó una "tregua" entre pandillas que finalmente fracasó a inicios de este año, de acuerdo con las autoridades. Justamente, en esa “tregua”, mucho tuvo que ver el padre Antonio Rodríguez, hoy en prisión.