Venceslao I de Bohemia o San Wenceslao I de Bohemia (Václav en checo) nació en torno al año 907 en Stochov (cerca de Libusin, Bohemia). En su familia, su padre era profundamente cristiano mientras que su madre era pagana. A él le crió su abuela Ludmila, que era una mujer muy piadosa. Había sido bautizada por san Metodio, evangelizador de los pueblos eslavos. Ludmila fue santa (de ahí que se la llame “la santa de Bohemia”) y murió estrangulada por su nuera el 15 de septiembre del año 921. El padre de Wenceslao había muerto de accidente ese mismo año, lo que generó inestabilidad en la política de su país.
En la edad adulta, en el año 924, Wenceslao asumió el gobierno del Ducado de su país. De su tarea como monarca destaca su capacidad para llegar a firmar la paz con pueblos oponentes. Es famoso el acuerdo con Enrique el Pajarero, el primero de la dinastía otoniana de reyes y emperadores alemanes. Sin embargo, su hermano Boleslao aceptó la paz a regañadientes.
También transformó el sistema judicial y redujo las condenas a muerte y las torturas.
Wenceslao era un hombre piadoso y su prestigio hizo que durante la Edad Media se difundiera su figura como ejemplo de rex iustus, que ejerce el poder con autoridad y piedad.
San Wenceslao murió mártir de la fe en el año 935. Lo asesinaron su hermano Boleslao -lleno de afán de poder- y un grupo de conspiradores a la puerta de la iglesia. El mismo Boleslao hizo de “gancho”: lo había invitado a participar en la fiesta de los patronos del templo y sabía que iría desarmado.
Muy pronto san Wenceslao se convirtió en héroe nacional y patrono principal de Bohemia. Fue aclamado mártir por el pueblo y pronto la iglesia de san Vito, en Praga, donde fue enterrado, fue centro de peregrinaciones. Precisamente el santo monarca había sido promotor de la construcción de San Vito.
En la iconografía cristiana se representa a san Wenceslao con vestimenta de monarca y montado sobre el caballo. También se narra su asesinato en algunas pinturas y retablos.
Su fiesta se celebra el 27 de septiembre.
En la actualidad es patrono de la República Checa y de Eslovenia.
Señor, Dios nuestro, que inspiraste a tu mártir san Wenceslao preferir el reino de los cielos al reino de este mundo, concédenos, por sus ruegos, llegar a negarnos a nosotros mismos para seguirte a ti de todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén
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