Confesor personal de san Juan Pablo II
En las últimas horas se hizo público que el Vaticano se encuentra analizando la beatificación del cardenal argentino Eduardo Pironio, a partir del caso de un nene de 18 meses que se intoxicó con purpurina en 2008 y se recuperó sin explicación médica a través de la intervención de este cardenal argentino.
En diálogo con Radio María Argentina, monseñor Santiago Olivera, quien es delegado del episcopado argentino para la Causa de los Santos, comentó que “sería una maravilla que pronto Pironio sea reconocido como beato por la Iglesia porque es un gran hombre de Dios, un santo de nuestro tiempo que tanto bien hizo a la Iglesia argentina y a la Iglesia universal en su servicio en el Vaticano a los Papas Pablo VI y Juan Pablo II”.
¿Cómo continúa la causa?
El obispo dijo que “se está esperando ser presentado en la Congregación para la Causa de los Santos la instrucción diocesana que hace al tema de las virtudes del candidato porque hoy Pironio es siervo de Dios y en esa comisión se hará el estudio de las virtudes para que sea venerable”.
Esa presentación está a cargo de la diócesis de Roma, que abrió la causa en 2006, ya que el cardenal Pironio falleció en ese lugar durante su servicio a la Iglesia universal en el Vaticano.
La novedad en este caso es que ese mismo ingreso a Cancillería va a ir acompañado con el estudio de un supuesto milagro que ocurrió en Mar del Plata y que ese proceso ya fue cerrado en agosto por el obispado de Mar del Plata en donde la junta médica indicó que un niño fue curado “extraordinariamente”.
“Ahora lo que queda en la Congregación (para la causa de los santos en el Vaticano) es la junta médica, los peritos teólogos y luego los obispos y cardenales, para que recién allí el Papa pueda firmar el decreto” indicó monseñor Olivera.
“Aquí está todo terminado y ahora sólo falta la confirmación de la junta médica en Roma”, sostuvo. Además, el obispo recordó el cariño del Papa Francisco hacia el cardenal Pironio, quien falleció prestando servicios en Roma pero sus restos descansan en la Basílica de Luján, aludiendo al pedido del Papa de que le presten un especial interés a esta causa.
Santos en Argentina
Hacia el final, monseñor Olivera invitó a rezar mucho para que pronto podamos contar con el cardenal Pironio como beato: “La santidad no es para unos genios o gente que se ha destacado mucho sino para todos los bautizados. Desearlo cada uno de nosotros nos lleva por buen camino”.
¿Quién fue el cardenal Eduardo Pironio?
El cardenal Eduardo Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 fue rector del Seminario de Devoto del arzobispado de Buenos Aires y obispo de Mar del Plata entre 1972 y 1975.
Participó de algunas sesiones del Concilio Vaticano II, y como secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). Pironio ejerció marcada influencia en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968), que definió el perfil de la Iglesia latinoamericana post-conciliar.
Luego sería nombrado presidente del CELAM y su marcado anuncio por la opción preferencial por los pobres, fruto del documento de Medellín, le costaría reiteradas amenazas durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, incluso la muerte de la decana de la Universidad Católica de Mar del Plata, María del Carmen Maggi, muy cercana al obispo, que fue un claro mensaje intimidatorio.
En vísperas del Golpe de Estado del ´76 y tras notables amenazas a su persona y su entorno, fue trasladado a Roma para cumplir funciones en la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada. Algunos lo señalan como el argentino que más
chances tuvo de convertirse en papa en el cónclave de 1978, que terminó consagrando al cardenal polaco Karol Wojtyla.
Fue profundamente apreciado por el papa Pablo VI, quien le pidió que fuera su confesor personal. Juan Pablo II lo designó presidente del Pontificio Consejo para los Laicos (1984-1996) y desde allí presentó a Juan Pablo II la idea de reunir a los jóvenes del mundo en lo que hoy conocemos como Jornada Mundial de la Juventud.
Hombre de una profunda cultura teológica y espiritual, Pironio se distinguió por su afabilidad, por su continua prédica sobre la esperanza y sobre la Virgen María, madre de Jesús, y por su trayectoria eclesial impecable. Al momento de su fallecimiento, algunos medios lo consideraron el prelado argentino más encumbrado de la historia.
Pironio falleció el 5 de febrero de 1998 en Roma, por eso el proceso se inició en la capital italiana, aunque sus restos descansan en la basílica de Nuestra Señora de Luján.
Artículo originalmente publicado por Radio Maria