“Cuando el dinero se convierte en el fin de cualquier actividad prevalece la lógica salvaje del lucro”, advierte el PontíficeEl Papa Francisco ha recibido en audiencia el viernes 14 de noviembre 2014 a siete mil expertos contables y les ha exhortado a actuar “fomentando relaciones de lealtad, de justicia […] y de fraternidad, haciendo frente con valentía a los problemas, especialmente a los de los más débiles y los más pobres”.
”Ustedes, en la profesión que ejercen – ha dicho, interpelando a los contables- están al lado de las empresas, pero también de las familias y los individuos, para ofrecerles su experiencia económica y financiera”.
El pontífice ha pedido atención a una ética de la economía y mantener una actitud moral. “No es suficiente dar respuestas concretas a interrogantes económicos y materiales; hay que fomentar y cultivar una ética de la economía, de las finanzas y de los mercados laborales; es necesario mantener vivo el valor de la solidaridad como una actitud moral, que demuestra nuestro compromiso con el otro en todas sus legítimas demandas”.
Asimismo, el Papa Francisco ha reiterado su preocupación por un desarrollo sostenible. “Si queremos entregar a las generaciones futuras un patrimonio ambiental, económico, cultural y social mejor del que hemos recibido estamos llamados a asumir la responsabilidad de actuar en pro de una globalización de la solidaridad…”.
En su discurso, ha hecho hincapié en la doctrina social de la Iglesia, que “nos enseña que el principio de solidaridad se lleva a cabo en armonía con el de subsidiariedad. Gracias al efecto de estos dos principios los procesos están al servicio del ser humano y crece la justicia, sin la cual no puede haber una paz verdadera y duradera’’.
En su alocución también ha recordado a las personas que tienen un empleo precario, a las familias y a los jóvenes que buscan empleo. En este sentido, ha pedido a los profesionales contables de tenerles muy en cuenta en sus decisiones y trabajo.
Por otro lado, les ha pedido tener consideración por “los inmigrantes, que se ven obligados a trabajar "en negro" y carecen de la garantías jurídicas y económicas más elementales”.
Así también ha advertido de que en el actual contexto económico es fácil “defender el interés propio, sin preocuparse por el bien común ni prestar mucha atención a la justicia y la legalidad".
"Por eso es tarea de todos, especialmente de los que ejercen una profesión que tiene que ver con el buen funcionamiento de la vida económica de un país, que su trabajo sea positivo y constructivo y que sepan que detrás de cada papel hay una historia, hay rostros”, ha dicho.
“En esa tarea… – ha continuado el Pontífice – el profesional cristiano saca fuerzas cada día de la oración y la Palabra de Dios para cumplir su deber con competencia y sabiduría. Y también para ver ”más allá", lo que significa salir al encuentro de las personas con dificultades, ser creativos para encontrar soluciones en situaciones bloqueadas; hacervaler las razones de la dignidad frente a la rigidez burocrática”.
El Santo Padre ha confirmado que la economía y las finanzas pueden ayudar al encuentro, la cooperación, los derechos reconocidos, los servicios prestados y la dignidad del trabajo. ”Pero para ello hace falta -enfatizó- poner en el centro al ser humano con su dignidad, contrastando las dinámicas que tienden a homologar todo y a situar el dinero en la cima".
Entretanto, ha denunciado que "cuando el dinero se convierte en el fin y la razón de cualquier actividad e iniciativa prevalece la visión utilitaria y la lógica salvaje del lucro que no respeta las personas. Así, se decreta el colapso generalizado de los valores de la solidaridad y el respeto a la persona humana".
Por último, ha reafirmado que "los que trabajan, con diversas funciones, en la economía y las finanzas, están llamados a tomar decisiones que promuevan el bienestar social y económico de toda la humanidad, dando a todos la oportunidad de perseguir su propio desarrollo’’.