El 20% de los adolescentes de EEUU han enviado o posteado imágenes o videos en los que aparecían desnudos o semidesnudos
“Sextear” (sexting en inglés), en caso no lo sepas, está generalmente definido como el acto de enviar un texto, imagen o video sexualmente explícito vía teléfono celular.
En agosto de 2012, la palabra sexting fue incluida por primera vez en el diccionario Merriam-Webster’s Collegiate… ¡hurra por el progreso!
Pero, en serio, en este post quiero compartir 10 estadísticas sobre los adolescentes y el sexteo en Estados Unidos, seguidas por tres razones por las que hacerlo será siempre una mala idea. [Estadísticas de la Campaña Nacional para la prevención de los embarazos en adolescentes del año 2008].
10 estadísticas sobre sexteo
20% de los adolescentes han enviado o posteado imágenes o videos en los que aparecían desnudos o semidesnudos.
38% de los adolescentes han enviado o posteado mensajes sexualmente sugestivos.
31% de los adolescentes han recibido alguna imagen o video de alguien desnudo o semidesnudo.
48% de los adolescentes han recibido un mensaje sexualmente sugestivo de alguien.
43% de los adolescentes dicen que hay presión de las personas de su edad para postear imágenes o videos sexis en sus redes sociales.
29% dicen que han recibido imágenes de alguien desnudo o semidesnudo originalmente tomadas para ser enviadas a otras personas.
51% de las chicas dicen que la presión de un chico es la razón por la que envían imágenes o videos sexis.
69% de los adolescentes que sextean, han enviado o posteado contenido sexual a sus enamorados o enamoradas.
30% de los adolescentes que sextean han enviado o posteado contenido sexual a alguien con el que querían salir o pasar un rato.
63% de los adolescentes que sextean han enviado o posteado contenido sexual para ser “divertido o coqueto”.
3 RAZONES por las que es una mala idea “sextear”
1. Pérdida de control: Una vez que una imagen está fuera, se queda allí. Tan pronto como haces clic en “enviar”, pierdes el control sobre esa imagen. Ahora, mientras eso siempre ha sido lo que ha pasado con imágenes o videos, en un mundo tecnológicamente avanzado como el de ahora, puede ser aún peor. Redes sociales + smartphones = tu imagen siendo compartida mucho más fácilmente y vista por muchas más personas.
La humillación causada al saber que imágenes explícitas tuyas están por ahí y que, potencialmente, miles de personas las han visto, a veces incluyendo a miembros de tu familia, profesores, amigos, puede ser muy humillante. Abrumadoramente humillante.
No vale la pena.
2. El síndrome del trofeo: Si bien es posible que tu imagen pueda permanecer privada, es poco probable. Muchas veces la imagen se queda en el teléfono del que la recibe como una especie de trofeo. Y un trofeo no significa mucho si lo tienes escondido bajo llave y fuera de vista.
Escuché una historia de un adolescente que después de haber recibido una imagen desnuda de una amiga la dejó en su celular y ocasionalmente lo sacaba para mostrarlo a sus amigos. Un día su amigo se adueñó de su celular y se envió la foto a su propio teléfono, y desde ese momento la imagen comenzó a difundirse.
Eventualmente alguien la posteó en Facebook y etiquetó a la chica en la imagen –así que todos sus amigos en Facebook pudieron verla y sabían que era ella. En menos de una hora la foto alcanzó más de 400 “me gusta” y 260 comentarios.
Algunos de los comentarios fueron tipo “tu vida está oficialmente arruinada” y “creo que ella se va a cortar las venas cuando vea esto”. El chico que posteó la foto dijo que después de ese día recibió más de 2000 solicitudes de amistad en esa red social, como respuesta a la imagen.
No vale la pena.
Finalmente, la foto fue marcada y sacada del Facebook porque mostraba desnudez, pero para ese momento el daño ya estaba hecho.
3. Represalia: Cuando las personas terminan, ellos —al menos uno de ellos— usualmente se siente herido. Este dolor puede (y lo hace) llevar a las personas a compartir estas imágenes para vengarse de su pareja, a pesar de las promesas que haya podido hacer.
Esto es muy común.
En algunos casos, las mujeres jóvenes que se tomaron la imagen son chantajeadas para hacer todo tipo de cosas —pagar dinero, hacer favores sexuales— para que su imagen no sea enviada a sus papás o amigos.
Repite después de mí: No-vale-la-pena.
Fuente: The Porn Effect
Traducción de Fabiola Espinoza
Artículo publicado por La Opción V