Entrevista al ilustrador canario Tomás de Zárate, autor de una simpática viñeta semanal sobre el mensaje dominical de Francisco
“¿Qué estoy haciendo yo por la paz en el mundo?” Esta pregunta resonó con fuerza, de manera súbita, en el corazón y en la mente de Tomás de Zárate durante una peregrinación al santuario mariano de Medjugorje, en Bosnia Herzegovina.
Allí pudo escuchar y gozarse de los cantos orantes que los católicos orientales, probablemente de Siria y El Líbano, elevaban al cielo. “Me impresionó la paz que transmitían —afirma— y la alegría…, aunque no entendía lo que estaban cantando porque lo hacían en árabe”.
“Pero sabía que la situación de los cristianos en estos países no es nada fácil. Entonces me llegó ese pensamiento: ¿qué hago yo, como cristiano y mediante mi trabajo, para construir la paz en el mundo?”.
Al regresar de aquel viaje a su casa en Eslovenia, donde vive con su mujer y su hija, decidió ponerse manos a la obra y aportar su granito de arena en la construcción de un mundo mejor. Y lo hizo como mejor sabe hacerlo: con el lenguaje del cómic.
Este geólogo canario convertido en ilustrador empezó a dibujar cada domingo una pequeña viñeta con las palabras del Ángelus del Papa Francisco.
“El Papa no para de luchar por construir un mundo mejor e ilustrando su mensaje yo también quiero contribuir en este batalla”, señala Tomás de Zárate, “me parecía una cosa útil y simpática”.
Se iniciaba así la primera tira-cómica del Ángelus de Francisco, una iniciativa pionera que traslada al lenguaje de la ilustración las píldoras de sabiduría que cada domingo receta el Papa argentino.
Este modesto cómic semanal, publicado en cinco idiomas, ha sido acogido con entusiasmo en el mundo católico.
“Lo increíble —confiesa el autor— es que Dios siempre devuelve por centuplicado. Me han pasado cosas muy buenas desde que comencé a dibujar la tira. Dios es como un banco que te devuelve un millón por cada euro que depositas. Me siento muy agradecido”.
El ilustrador canario confiesa que nunca antes había prestado atención al Ángelus del Papa: “¡Me parecía tan monótono!”.
Pero después de vencer sus prejuicios e iniciar esta aventura ha descubierto que “el lenguaje religioso es como la música clásica: Bach no tiene el arranque de Metallica, pero una vez que aprendes a apreciarlo te cambian los valores musicales”.
Pues algo así con el Ángelus del papa, o con las encíclicas, ya puestos, aunque las de Benedicto XVI son deslumbrantes…”.
Las viñetas no responden a ninguna estrategia comunicativa, ni siquiera evangelizadora. Son la respuesta a una inspiración divina. Por eso su autor tampoco se plantea su incidencia.
“Dios hace el trabajo. Lo mío es empuñar el lápiz y que se conozcan las palabras del Papa, porque tal vez así ayude a que Dios se meta en el corazón de la gente”, explica.
La elaboración de la tira le lleva a Tomás de Zárate unas 5 o 6 horas semanales. Lo primero es ver el Ángelus por internet y consultar el texto original en italiano en la web del Vaticano.
“Es importante escuchar al Papa para saber en qué momentos hace pausas dramáticas o da más fuerza al mensaje —explica—. Si sólo lo leo no capto eso. Entonces busco una idea simple que esté en el Ángelus y busco las frases que hablan de eso”.
“Voy haciendo bocetos de imágenes que recuerden a esa idea hasta dar con un orden y unas imágenes que me parecen adecuadas”, añade.
A sus 38 años, Tomás de Zárate, afincado en Eslovenia, ha viajado por todo el mundo desempeñando los más diversos y variopintos trabajos: tatuador en Madrid, vendedor de palomitas en los circos franceses, lavaplatos en Sydney…
Hace ya unos cuantos años aterrizó en Italia, donde se acordó de una asociación cristiana que trabaja y convive con personas disminuidas: las comunidades del Arca. Preguntó si necesitaban asistentes y le dijeron que sí, en Eslovenia, y allí se fue.
La responsable del Arca en aquel país era una joven llamada Mateja, de la que se enamoró, se casó y tiene una hija.
Fragmento de un artículo publicado por Catalunya Cristiana