En su mensaje de Navidad monseñor Sturla definió a una “Guía de la diversidad sexual” como “Guía de la uniformidad mental”. Lo criticaron fuertemente, y respondió con la misma contundencia. Políticos uruguayos le mostraron su apoyo.
Monseñor Daniel Sturla tuvo su primera Navidad como Arzobispo de Montevideo. En su bello mensaje, en el que describe cómo Dios “está loco de amor por el hombre”, hizo un balance del año. Y tras agradecer el clima de paz con el que se vivieron las elecciones en el Uruguay, manifestó que es una “pena en cambio que en este fin de año y como de apuro se quiera imponer en la educación de nuestros niños esa “Guía de la diversidad sexual” que en realidad es la guía de la uniformidad mental”".
Monseñor Sturla se refería a la Guía elaborada por el Ministerio de Desarrollo Social. Entre las sugerencias de la guía que se pretende enviar a todos los colegios, se propone que los estudiantes realicen una entrevista en profundidad a una “trans”, la discusión sobre “los aportes que brindan las familias diversas y la diversidad sexual en general a la vida en sociedad”, entre otros elementos. La guía puede leerse en este vínculo: http://www.mides.gub.uy/innovaportal/file/33200/1/educacion_y_diversidad_sexual_-_guia_didactica.pdf
El Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública frenó la distribución de la Guía, pero sus promotores esperan poder entregarla durante 2015. Una de las promotoras, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres del Mides Beatriz Ramírez expresó, según consignó el diario uruguayo El País, que la crítica de Sturla "reitera la permanente intención de injerencia de la Iglesia" y "viola los principios de laicidad del país".
Consultado por ese diario uruguayo sobre las declaraciones de Ramírez, el Arzobispo fue contundente: “Me resulta gracioso porque una cosa es que no estemos de acuerdo. Está bien, eso es clarísimo. Otra cosa es que se niegue el derecho a la Iglesia de decir lo que piensa. Eso es fascismo: ¿cómo la Iglesia no va a poder opinar sobre algo que afecta a las personas y a la mayoría de los chicos cristianos? Porque no pensemos que la mayoría de las familias cristianas mandan a sus hijos a la escuela católica. Muchos asisten a la escuela oficial, entonces, ¿van a recibir eso? No. No estamos de acuerdo. Más que ser un tema de los obispos, tienen que ser los mismos padres los que se opongan a este tipo de guía y que busquen los medios para frenarla, como el Consejo Directivo Central (Codicen) frenó su distribución en un acto de sentido común”.
En otro pasaje de la entrevista, monseñor Sturla explica que “cuando la Iglesia se manifiesta, el error de algunos es, en lugar de criticar lo que la Iglesia dice, critican(r) que la Iglesia diga”.
Políticos uruguayos salieron a respaldar a monseñor Sturla en sus declaraciones. El senador Luis Alberto Heber, del Partido Nacional, expresó en Twitter: “Excelente el arzobispo Daniel Sturla "Negarle a la Iglesia el derecho a opinar es Fascismo"”. También el presidente del Partido Independiente Pablo Mieres quien expuso: “Totalmente de acuerdo con @DanielSturla no se puede negar a @iglesiauy ni a nadie que opine sobre cualquier tema. Hacerlo es fascismo”.
El debate suscita reacciones en el país, porcentualmente, con menos católicos de Iberoamérica, pero con una tradición de diálogo y convivencia política que la misma Iglesia reconoce.