Dios nos precede siempre en el amor. Es uno de los pasajes de la homilía del Papa Francisco en la primera Misa matutina en Santa Marta del año 2015 con un grupo de fieles.
El Pontífice subrayó que el amor cristiano está hecho de obras concretas, no palabras. Y reafirmó que para conocer a Dios no basta el intelecto, es necesario el amor.
Jesús se manifiesta: en la fiesta de la Epifanía, en el Bautismo y de nuevo en las Bodas de Caná. Pero, se pregunta el Papa, “¿cómo podemos conocer a Dios?”.
Para conocer a Dios nuestro “intelecto”, “la razón” es “insuficiente”.
Dios, explica, “se conoce totalmente en el encuentro con Él, y para el encuentro la razón no basta”. Hace falta algo más.
Amar para conocer a Dios
Por esto, exhortó, debemos amarnos unos a otros, porque “el amor es de Dios” y “quien ama ha sido engendrado por Dios”. Y también, añadió, para conocer a Dios hay que amar:
Jesús nos enseña a amar
Francisco observa que no hemos sido nosotros en dar el amor a Dios, sino que fue “Él quien nos amó y nos mandó a su Hijo como víctima de expiación por nuestros pecados”.
En la persona de Jesús, reflexiona, “podemos contemplar el amor de Dios” y siguiendo su ejemplo “llegamos –escalón a escalón– al amor de Dios, al conocimiento de Dios que es amor”.
Recordando después al profeta Jeremías, el Papa dice que el amor de Dios nos “precede”, nos ama antes incluso de que lo busquemos.
El amor de Dios, subrayó, es como “la flor del almendro”, que es “la primera que florece en primavera”. El Señor “nos ama primero”, “siempre tendremos esta sorpresa”.
Compasión ante los desorientados
Y observó que “cuando nos acercamos a Dios a través de las obras de caridad, la oración, la Comunión, la Palabra de Dios, encontramos que Él está allí antes, esperándonos, así nos ama”.
El Papa dirigió el pensamiento al Evangelio que narra la multiplicación de los panes y los peces por parte de Jesús.
El Señor, afirmó, “tuvo compasión” de la tanta gente que había ido a escucharlo, porque “eran ovejas sin pastor, desorientadas”.
Y añadió que también hoy mucha gente está “desorientada” en “nuestras ciudades, en nuestros países”.
Por esto, Jesús les enseña la doctrina y la gente le escucha.
Cuando se hace tarde y les pide que les den de comer, los discípulos responden “un poco nerviosos”.
Una vez más, comentó el Papa, Dios llegó “primero, los discípulos no habían entendido nada”.
Dios te está esperando
Artículo publicado en la edición italiana de Radio Vaticano y traducido por Aleteia