Una guía para rezar con la Escritura esta Cuaresma
LECTIO DIVINA LUNES III SEMANA DE CUARESMA CICLO B |
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén
TEXTO BIBLICO: Lucas 4, 24-30 «Ningún profeta es aceptado en su patria» |
4,24: Y añadió:
—Les aseguro que ningún profeta es aceptado en su patria.
4,25: Ciertamente, les digo que había muchas viudas en Israel en tiempo de Elías, cuando el cielo estuvo cerrado tres años y medio y hubo una gran carestía en todo el país. 4,26: A ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta en Sidonia.
4,27: Muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno fue sanado, sino Naamán el sirio.
4,28: Al oírlo, todos en la sinagoga se indignaron. 4,29: Levantándose, lo sacaron fuera de la ciudad y lo llevaron a un barranco del monte sobre el que estaba edificada la ciudad, con intención de despeñarlo. 4,30: Pero él, abriéndose paso entre ellos, se alejó.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
LECTURA: ¿Qué dice el texto? |
Este hecho, ocurre en la sinagoga de Nazaret, el evangelista San Lucas, lo ubica al principio de la actividad pública de Jesús.
Nazaret, no es la tierra donde nació, pero sí es esta comunidad la que lo vio crecer, y vivir desde pequeño. Esto que aparentemente es algo favorable para Jesús, se vuelve perjudicial, los ciudadanos de Nazaret no podían ver en Jesús más que al hijo de José el carpintero, y de María.
Jesús había realizado varios milagros en otras ciudades, pero ninguno en Nazaret, y ante el escandalo, recurre a relatar historias del pueblo de Israel y sus profetas, el caso de Elías, y de Eliseo, a través de esto quería dejar al descubierto la presencia universal de Dios. Es por eso que realiza un reproche diciendo que ningún profeta es aceptado en su patria.
Este recurso utilizado por Jesús, para dejar entre ver, la integralidad de la historia de la salvación, genero aún mayor escandalo, y desprecio a su persona. Dice la palabra, que algunos se enfurecieron, y hasta lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un barranco, con la intención de despeñarlo.
Esto mismo, es lo que le ha ocurrido a la Iglesia en sus primeros años, fueron los apóstoles y discípulos, quienes debieron sufrir las consecuencias de pueblos que se escandalizaron por el mensaje de Jesús, llegando a derramar sangre, de quienes fueron los primeros mártires.
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto? |
Nos preguntamos para profundizar en nuestra vida estas palabras de Salvación:
- ¿Cuándo oro, dejo que Dios me hable? ¿Y al sentir su voz en mi corazón, me cuesta escucharlo y aceptar lo que me pide? ¿Y al escucharlo, diluyo su contenido, porque me parece mucho para mí?
- ¿Entiendo que la evangelización, empieza por mí? ¿Doy testimonio del amor de Dios en mí vida? ¿Me cuesta hacerlo en los ambientes cotidianos, de estudio, trabajo y familia? ¿Qué hacer para dar un paso más?
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor? |
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero.
- Gracias Señor por tu Palabra Salvadora que se revela al mundo.
- Señor que al conocerte y reconocerte como Salvador, pueda también llevarte a los demás.
- Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Añadimos unas intenciones de oración.
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto? |
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del texto para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón:
«Ningún profeta es aceptado en su patria» (Versículo 24)
Y de esta forma nos ponemos en contemplación.
ACCION: ¿A qué me comprometo? |
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
Mi agradecimiento por creer en Jesús, se manifiesta con llevar la alegría cristiana a los demás. Que los demás puedan conocer también a Cristo por mi alegría y testimonio de encuentro con Cristo.
Hno Ricardo Grzona, frp y Cristian Buiani