El Pontífice recibe en audiencia a un movimiento laical italiano
“Muchas veces, incluso en la Iglesia, creemos que somos buenos cristianos porque hacemos obras de caridad y sociales bien organizadas. Bueno, son cosas buenas. Pero no debemos olvidar que la linfa que da vida y transforma los corazones es el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo. Dejen que Él, el Señor, ocupe el centro de su corazón y de su trabajo”, dijo Papa Francisco recibiendo en audiencia este sábado 14 de marzo a la Comunidad laica italiana, Sígueme.
Como en otras ocasiones hablando a los movimientos, Papa Francisco pidió a sus miembros de “descentralizarse de sí mismos y poner al centro la persona viva de Jesús”.
“Les animo a ser laicos en primera línea, a sentirse parte activa en la misión de la Iglesia, a vivir su laicidad dedicándose a la realidad de la ciudad terrena: la familia, la profesión, la vida social en las diferentes expresiones”, instó.
Un día después de anunciar la apertura de un Año Santo de la Misericordia, el Pontífice invitó a los laicos y sus comunidades en comunión con la Iglesia a ayudar, como la levadura, para adentrar el espíritu del Evangelio en la historia con el “testimonio de la fe, la esperanza y la caridad”.
Dirigiendo sus palabras a la comunidad aprobada por el Pontificio Consejo para los Laicos, Francisco ha querido reconocer la presencia de los movimientos laicos en la vida de la Iglesia.
Y les exhortó a ser “siempre una forma de vida cristiana y de compromiso apostólico que promueva” a sus miembros haciéndoles “protagonistas junto a los demás de un mundo mejor”.
El Papa ha recibido en audiencia a los miembros de la Comunidad, Sígueme debido al cumplimiento de su 50º aniversario de fundación como asociación laica. Les ha saludo con afecto y dirigido palabras de agradecimiento también al cardenal Vallini intermediario del encuentro ocurrido en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano.