Su propuesta musical traspasa las múltiples fronteras culturales y espirituales de su país
Sor Marie Keyrouz actuó en Madrid este martes dentro del ciclo Ellas Crean, una celebración de talento femenino en el centro Conde Duque. Keyrouz es una monja libanesa que se formó como cantante y antropóloga. Su música se entiende como una forma de expresión religiosa.
En un país definido por los sonidos orientales y religiosamente dominado por islam, Keyrouz logra sustituir las diferencias culturales del entorno por similitudes, a través de la unión de varios estilos. Así, su música bebe del cristianismo maronita, que le llevan hasta los cantos antiguos de Occidente, como el gregoriano y el ambrosiano, y hasta compositores clásicos como Bach y Mozart.
También tiene influencias del repertorio bizantino y de la música moderna libanesa. Keyrouz transciende las fronteras entre lo antiguo y lo moderno y elimina una etiqueta o un género cultural, religioso o musical.
La ausencia de esta etiqueta distintiva o de una influencia particular es tal vez una metáfora para su música como algo trascendente, indefinible y más allá del mundo material. Ella canta para sentirse más cerca de Dios y para hacer que el público también le sienta próximo; un llanto religioso con el propósito de disolver las barreras humanas.
En 1984 Keyrouz fundó el Ensemble de la Paz cuando Líbano estaba desangrándose por culpa de una guerra civil supuestamente religiosa, cuando en realidad todo lo considerado sagrado fue destrozado.
Quería juntar a músicos y usar el sonido como una herramienta para erradicar la identidad, la forma material que estaba causando tanta violencia y dolor y hacer que la gente se convirtiera en uno. Su mensaje de paz ha sido reconocido mundialmente y su talento musical alabado sin cesar.
¿Por qué se decidió a tomar el camino religioso?
Para mí, el camino religioso empieza con una llamada espiritual que uno contesta con “no” o “sí”, y yo dije que sí. Desde que era pequeña intenté a centralizar mi vida al servicio de Dios y usar todo aquello con lo que Dios me había bendecido: mi arte, mi voz y mi ser.
¿Cómo fue que la música llegó a tener un papel tan importante en su vida?
Durante mucho tiempo consideré que la canción era como un rezo y durante la guerra en Líbano entendí que mi voz podría será una arma poderosa para luchar contra lo malo. Una canción sagrada es la palabra de Dios y puede ser más bello o más perfecto que esta palabra de Dios.
¿Qué siente cuando canta?
Para mí es una oración: me lanzo a los brazos de Dios e intento que todos que alcancen a tocarlo por medio de mi voz.
Su música es una mezcla de influencias cristianas y orientales, representativa de las varias herencias culturales del Líbano… ¿Por qué ha decidido unir estos estilos musicales distintos?
Primero, quiero especificar que la música oriental está muy influida por la música tradicional bizantina y aramea. Y que durante varios siglos todos estos estilos de música convivieron y tuvieron las mismas influencias.
Segundo, inicialmente, en mis conciertos cantaba música bizantina, maronita, aramea y también canciones creadas bajo la influencia de músicos clásicos occidentales como Bach, Vivaldi, Mozart, Gounod y Heandel. Pero luego, a finales del pasado siglo, quise vincular culturas diferentes para ayudar a la paz. Empecé a ofrecer mezclas de cánticos orientales y salmos con una orquestación occidental, pero respetando los temas de la música oriental y los requerimientos de la música clásica. Eso fue bastante apreciado por la gente de ambas culturas.
¿Qué puede contarnos sobre la vida en Líbano como cristiana?
Quiero decir que Líbano es mi país y estoy orgullosa de ello. Como dijo el Papa Juan Pablo II: “Líbano no es un país simple, pero la convivencia y hermandad entre los cristianos y las otras religiones configura una gran parte de la realidad en el país.”
¿Diría que su música y la fusión de varios estilos es una metáfora sobre la capacidad de unirnos, más allá de cualquier diferencia cultural o religiosa?
La música es un lenguaje universal que sobrepasa las fronteras y culturas; y gracias al canto divino y a la palabra de Dios podemos lograr la paz en nuestras almas.
Como Ellas Crean es una celebración de artistas femeninas, ¿cómo es ser una mujer en Líbano?
Quiero decir que estoy muy orgullosa de ser mujer y también orgullosa de cantar en un festival de talento femenino y poder trasmitir mi mensaje. Líbano es el mejor de los países árabes en respeto a los derechos de las mujeres pero aún falta mucho en este aspecto.
¿Diría usted que su vida es diferente como mujer que ha dedicado su vida a la religión?
Sí, muy diferente, pero también muy interesante porque Dios es mi refugio, mi referencia y mi fuerza.
¿Diría usted que la feminidad ha influido su música en algún sentido?
Cuando canto la palabra de Dios, pongo todo lo que me define como mujer en Sus manos. Esto vive en mi corazón y es lo que intentó transmitir.
ALEXANDRA VON SCHELLING Madrid
Artículo originalmente publicado por Reporte Católico Laico