Dará comienzo durante la Eucaristía del Papa en Santa Marta
Mañana, el Papa Francisco dará comienzo a una oración mundial por la paz en el contexto del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Según muestran lo organizadores del V Centenario: “El 26 de marzo es un día para que la voz de Santa Teresa resuene en nuestros corazones y, con ella, nos determinemos a hacer ese poquito que hay en nosotros convencidos de que no están las cosas del mundo para tratar con Dios negocios de poca importancia”.
El Carmelo Descalzo quiere agradecer al Papa Francisco el capitanear esta iniciativa, convirtiéndola en eclesial: “Se trata, sin duda, de un hermoso regalo para nuestra Santa Madre”, asegura el P. Emilio José Martínez, Vicario General de la Orden del Carmelo Descalzo.
Para esta oración se ha invitado a los creyentes de otras confesiones cristianas u otras religiones y en todos los lugares donde se celebré la Oración por la Paz se ha pedido que se coloque una vela encendida en la puerta. Asimismo, en redes sociales se podrá participar en la oración por la paz con el hashtag #Prayday.
La santa andariega nos enseña a ser peregrinos
El Papa Francisco ya envió al obispo de Ávila, monseñor Jesús García Burillo un mensaje por este V Centenario y se preguntaba: “¿Por qué caminos quiere llevarnos el Señor tras las huellas y de la mano de santa Teresa? Quisiera recordar cuatro que me hacen mucho bien: el camino de la alegría, de la oración, de la fraternidad y del propio tiempo”.
Papa Francisco ya citaba, en este mensaje, algunas de las frases de Santa Teresa sobre la oración, que bien pueden servir para la oración por la Paz que se celebra mañana: “Cuando los tiempos son "recios", son necesarios «amigos fuertes de Dios» para sostener a los flojos (Vida 15,5)” ó “Rezar no es una forma de huir, tampoco de meterse en una burbuja, ni de aislarse, sino de avanzar en una amistad que tanto más crece cuanto más se trata al Señor, «amigo verdadero» y «compañero» fiel de viaje, con quien «todo se puede sufrir», pues siempre «ayuda, da esfuerzo y nunca falta» (Vida 22,6)”.