El Pontífice paternalmente dice a los sacerdotes: “Sepamos aprender a estar cansados, pero ¡bien cansados!”
“¿Sabéis cuántas veces pienso en esto: en el cansancio de todos vosotros? Pienso mucho y ruego a menudo, especialmente cuando el cansado soy yo”, dijo el Papa Francisco a los sacerdotes del mundo durante su homilía en la Misa del Crisma del Jueves Santo que tuvo lugar este 2 de abril en la Basílica de San Pedro.
Francisco recordó a los sacerdotes entregados a los que sufren y obran en las “periferias” a sentirse “con derecho a estar «alegres», «plenos», «sin temores ni culpas». Asimismo, confortó a los curas: él (Jesús) está con nosotros, todos los días, hasta el fin del mundo (cf. Mt 28,21). Y sepamos aprender a estar cansados, pero ¡bien cansados!
El Papa que parece no descansar nunca, noto por su abultada agenda y deberes pastorales que van de domingo a domingo ha dicho: “Rezo por los que trabajan en medio del pueblo fiel de Dios que les fue confiado, y muchos en lugares muy abandonados y peligrosos”.
Los sacerdotes también son ovejas
En una homilía que será recordada en el tiempo, el Pontífice sostuvo que la tarea de “ungir al pueblo fiel es dura”; nos lleva al cansancio y a la fatiga. Y propuso varias formas de cansancio cotidiano desde la enfermedad, la muerte hasta el martirio.
“Nuestra fatiga es preciosa a los ojos de Jesús, que nos acoge y nos pone de pie”, indicó considerando que hay tiempo para decir “basta por hoy Señor”.
Así invitó a los sacerdotes a reflexionar en el modo “cómo descansamos” y tratamos “nuestro cansancio” . “¡Qué difícil es aprender a descansar! En esto se juega nuestra confianza y nuestro recordar que también somos ovejas”.
¿Sé descansar o busco refinados descansos?
De esta manera, dirigió algunas preguntas para ayudar en esta meditación. ¿Sé descansar recibiendo el amor, la gratitud y todo el cariño que me da el pueblo fiel de Dios? O, luego del trabajo pastoral, ¿busco descansos más refinados, no los de los pobres sino los que ofrece el mundo del consumo?
¿El Espíritu Santo es verdaderamente para mí «descanso en el trabajo» o sólo aquel que me da trabajo? ¿Sé pedir ayuda a algún sacerdote sabio? ¿Sé descansar de mí mismo, de mi auto-exigencia, de mi auto-complacencia, de mi auto-referencialidad?
Capacidad de Compasión de los Sacerdotes
En su predicación repasó las tareas de los sacerdotes: alegrarse con los novios, reír con los bebés, acompañar a los jóvenes y las familias, probar dolor por el enfermo, llorar con sus seres queridos… Un cansancio que viene de la liberación de los pobres, los ciegos, los oprimidos. “Curar a los de corazón quebrantado y consolar a los afligidos”.
“Para nosotros sacerdotes las historias de nuestra gente no son un noticiero”, dijo pidiendo a los sacerdotes capacidad de compasión.
“No son tareas fáciles, exteriores, como por ejemplo el manejo de cosas — construir un nuevo salón parroquial, o delinear una cancha de fútbol para los jóvenes del Oratorio… —; las tareas mencionadas por Jesús implican nuestra capacidad de compasión, son tareas en las que nuestro corazón es «movido» y conmovido”.
Por último, el Papa habló de los tres cansancios de los sacerdotes: cansancio de la gente, cansancio de los enemigos y el cansancio de uno mismo.
La Misa del Crisma
En este Jueves Santo, la Misa del Crisma se celebra en todas las Iglesias Catedrales del mundo. El Pontífice ha celebrado junto con los cardenales, los obispos y los sacerdotes (diocesanos y religiosos) presentes en Roma.
Durante la Celebración Eucarística, los sacerdotes renuevan las promesas hechas en la ordenación. De hecho, es tradición que se bendigan en la ceremonia el óleo para la Unción de los Enfermos, del Bautismo y la Confirmación.