Este 31 y 1 de noviembre también hay fiesta virtual debido al coronavirus. Pero vale la pena recordar cómo suele ser la devoción en Arequipa y el amor a la Virgen del Chapi Igual que cada primero de mayo, en Semana Santa miles de devotos suelen recorrer más sesenta kilómetros desde la ciudad de Arequipa hasta el Santuario de la Virgen de Chapi, ubicado en la Cordillera Volcánica de los andes a más de 2 mil quinientos metros de altura.
Los milagros que los peregrinos tuvieron en sus vidas hicieron que la devoción a la Virgen creciera no sólo en los arequipeños, sino también en connacionales y extranjeros.
A la Virgen peregrina la trajeron desde España, no se sabe con exactitud si fueron los misioneros franciscanos o padres jesuitas, quienes en su afán de evangelizar habrían llegado hasta la Cordillera Volcánica en el año de 1743 y finalmente se quedó la milagrosa Virgen en la quebrada de Chapi.
Entre volcanes y terremotos
En el valle de los volcanes, a la Virgencita le construyeron la primera Capilla (Capilla vieja) situada a 41,2 kilómetros del Santuario actual.
A mediados del siglo XVIII se construye la primera iglesia hecha de piedras y techo de paja. El terremoto del 13 de agosto de 1868 destruyó la iglesia. El presbítero Antonio Málaga, al ver la dimensión de los daños, con el apoyo de la comuna y los feligreses, decide construir otra iglesia.
En 1893 se levanta el Santuario a la Virgen de Chapi. En mayo de 1921 se genera un incendio a raíz de la cantidad de velas colocadas por los feligreses y se destruye el interior del templo. En ese mismo año hubo un terremoto y deterioró más el templo.
El primero de mayo de 1942, el arzobispo Holguín, en conjunto con los devotos inician la construcción de un nuevo Santuario y culminan la obra en el año de 1967.
El terremoto en Arequipa del año 2001 destruyó también el Santuario de Chapi y a finales del 2004 terminan de reconstruir el Santuario.
En el año 2005, con el apoyo de las hermanas religiosas franciscanas del Divino Amor, el presidente regional, el arzobispado de Arequipa y el rector del Santuario de Chapi, presbítero Zacarías Kuramangalam, ponen la primera piedra para la construcción de la nueva Basílica, que actualmente está en construcción y tiene proyectado culminarse en el año 2017.
La coronación pontificia
El entonces papa Juan Pablo II, hoy santo, llegó hasta la ciudad de Arequipa el 2 de febrero de 1985, a fin de coronar a la santísima Virgen de Chapi. Fue en el estadio de la Universidad de San Agustín donde miles de arequipeños se congregaron para recibir a san Juan Pablo II.
El Papa en su alocución, refirió que la población arequipeña es mariana porque nació bajo el amparo de nuestra Señora, en el día de la Asunción en el año de 1540.
El Santo Padre, además de coronar a la Virgen peregrina, impuso el manto y el rosario, que ahora se custodian como reliquias valiosas.
Milagros de la Virgen
Los milagros de la Santísima Virgen de Chapi son incontables. Uno de los primeros surgió mientras construían la primera Capilla.
En ese tiempo había escasez de agua y algunos trabajadores encontraron agua en el subsuelo; como uno de ellos sufría de afecciones en el rostro, al lavarse con el agua se curó de la enfermedad; por ello actualmente se llama el “Agua del milagro”.
Por el siglo XVIII quisieron trasladar a la Virgencita de Chapi pero no lo pudieron hacer, porque quienes la cargaban no podían levantarla; en eso surgió una lluvia de arena y escucharon una voz que decía “Chaipi” ”Chaipi” que quiere decir “aquí”, “aquí”, siendo actualmente el lugar del Santuario.
El Padre Zacarías recordó que muchos fieles llegan al Santuario y cuentan los milagros que hizo la Virgen.
Por ejemplo, relata, a una persona le robaron su carro, pidió a la Virgen y a los días apareció el vehículo. También muchos acuden con problemas de cáncer y otras enfermedades, y luego son curados.
Peregrinación al Santuario
Chapi significa en el idioma Aymara “Cactus” o “Espino”, por la cantidad de plantas de cactus que hay en la zona.
Para llegar a la Virgen, hasta hace 50 años el recorrido se hacía a caballo o caminando. Desde 1937 se construyó la carretera hasta cruz verde y dos años después se une el tramo hasta el Santuario.
A pesar de que existe la carretera, miles de devotos optan (así era la tradición hasta antes la llegada del coronavirus) por recorrer los más de sesenta kilómetros a pie. Algunos van en buses o autos particulares hasta la zona denominada “7 toldos”; luego lo hacen caminando hasta el santuario de Chapi.
La milagrosa Virgen de Chapi soportó terremotos e incendios, por ello, desde hace casi tres siglos bendice cada año a los miles de peregrinos que llegan hasta el Santuario por la fe que mueve a un pueblo eminentemente católico.
Nota de redacción: Artículo actualizado con motivo de la Fiesta Juvenil de la Fe que este 31 de octubre 1 de noviembre se celebrará de manera virtual en Arequipa. Se trata de una celebración que suele reunir a miles de jóvenes en el Santuario de la Virgen de Chapi. Debido a la crisis del coronavirus, en 2020 esta fiesta se celebra de manera virtual, tal cual reproduce un comunicado de la propia arquidiócesis.
Con información de Abraham Cutipa Galindo