Mensaje a la cumbre de las américas alertando sobre las leyes contra la inmigraciónEl Papa Francisco, a través del Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolín, ha enviado un mensaje a los líderes americanos reunidos en la Cumbre de las Américas en Panamá.
En su mensaje les muestra su “cercanía y aliento” para que “el diálogo sincero logre esa mutua colaboración que suma esfuerzos y supera diferencias en el camino hacia el bien común” y reflexiona sobre el tema de la cumbre: “Prosperidad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas” con el que se muestra “en sintonía”.
“La inequidad, la injusta distribución de las riquezas y de los recursos, es fuente de conflictos y de violencia entre los pueblos, porque supone que el progreso de unos se construye sobre el necesario sacrificio de otros y que, para poder vivir dignamente, hay que luchar contra los demás”, recuerda el Papa citando la Evangelii Gaudium y les meuestra que “hay “bienes básicos”, como la tierra, el trabajo y la casa, y “servicios públicos”, como la salud, la educación, la seguridad, el medio ambiente …, de los que ningún ser humano debería quedar excluído”.
En su mensaje valora que muchos países hayan experimentado un fuerte desarrollo económico en los últimos años, pero denuncia que “gran parte de la población no se ha beneficiado del progreso económico general, sino que frecuentemente se ha abierto una brecha mayor entre ricos y pobres”.
“No es suficiente esperar que los pobres recojan las migajas que caen de la mesa de los ricos. Son necesarias acciones directas en pro de los más desfavorecidos, cuya atención, como la de los más pequeños en el seno de una familia, debería ser prioritaria para los gobernantes. La Iglesia siempre ha defendido la “promoción de las personas concretas” (“Centesimus annus, 46), atendiendo sus necesidades y ofreciéndoles posibilidades de desarrollo”, afirma el Papa Francisco.
La inmigración es un tema clave en su mensaje y destaca que “la falta de cooperación entre los Estados deja a muchas personas fuera de la legalidad y sin posibilidad de hacer valer sus derechos, obligándoles a situarse entre los que se aprovechan de los demás o a resignarse a ser victima de los abusos”. “La norma, sin piedad y misericordia, no responde a la justicia”, afirma el obispo de Roma refiriéndose a las legislaciones sobre inmigración.
“Con el deseo de que la Iglesia sea también instrumento de paz y reconciliacion entre los pueblos, reciba mi mas atento y cordial saludo”, finaliza el mensaje del Papa.
Más de 30 países latinoamericanos participan en esta cumbre en la que están presente el secretario de estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolín