Daniel Gillespie fue soldado de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y ayudó a rescatar a más de 35.000 prisioneros del campo de concentración de Dachau
En la playa de Huntington Beach, en California (Estados Unidos), Joshua Kaufman besó la mano de Daniel Gillespie y se arrodilló a sus pies diciéndole: “Quería decírtelo desde hace 70 años. Te quiero. Te quiero mucho”.
Gillespie, que hoy tiene 87 años, como Kaufman, servió como soldado del ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y participó en la operación que rescató a más de 35.000 prisioneros del campo de concentración de Dachau, en Alemania, el 29 de abril de 1945. Entre ellos estaba Kaufman.
El emocionante encuentro fue organizado por Emanuel Rotstein y formará parte del documental Liberators of Dachau, que será transmitido por History Channel en mayo. Kaufman fue detenido en el campo de concentración como trabajador esclavo en una fábrica de municiones.
Bajo el régimen nazi perdió a su madre y a tres hermanas en el campo de concentración de Auschwitz. La acción de los estadounidenses lo salvó de la tortura y sobretodo de la muerte.
“Vi la bandera blanca ondear sobre la torreta de observancia y entendí que la tortura había terminado. Cuando los norteamericanos abrieron la cancela, mi corazón se sobresaltó. Salí del infierno hacia la luz. Por eso, y por él, estaré eternamente agradecido”, dijo el sobreviviente a History Channel.
Joshua Kaufman antes de ser prisionero y hoy, a los 87 años
Para Gillespie, liberar a los prisioneros de Dachau fue una experiencia intensa. “Fue el shock más profundo de mi vida”, dijo el ex soldado. Para un californiano que había siempre tenido todo en abundancia, ver cómo los nazis hicieron sufrir de hambre a los prisioneros y los expusieron a la muerte no fue fácil. “Estas cosas las he recordado siempre. Y, al mismo tiempo, me venía una rabia terrible”, confesó.
Daniel Gilespie cuando era soldado y hoy, a los 87 años
Después de la guerra, Kaufman se fue a vivir a Estados Unidos, donde se casó, tuvo cuatro hijas y todavía hoy trabaja como fontanero. Gillespie dejó el ejército y se volvió un hombre de negocios de éxito, se casó y tuvo ocho hijos. Aunque viven a una hora de distancia el uno del otro, nunca pensaron que se volverían a encontrar después de tanto tiempo.