Tragedia en Brasil mató a un hombre que protegió a sus hijos con su propio cuerpo
El tornado que azotó la ciudad brasileña de Xanxerê, al oeste de Santa Catarina, el lunes pasado, mató a dos personas y dejó a 40 hospitalizadas, tres de ellas en estado grave.
Una de las víctimas fatales es el obrero Deonir Conin, de 48 años, que trabajaba en una obra en el momento en que la ciudad fue arrasada por vientos de hasta 250 kilómetros por hora (cálculos preliminares del Instituto Nacional de Meteorología – Inmet).
La otra víctima es el conductor Alcimar Sutil, de 31 años. Murió al intentar proteger a su bebé, Ana, de 4 meses, y a su hijo Gabriel, de 8 años, en el momento en que las paredes y el techo de su casa de desplomaban sobre los tres.
Alcimar protegió a sus hijos con su cuerpo. Gabriel fue llevado al Hospital Regional del Oeste, en Chapecó, donde está internado en coma inducido. Ana está en el Hospital de San Pablo, en Xanxerê, con su madre Cristiane, quien no se encontraba en la casa en el momento en que el tornado la destruyó y mató a su marido.
La familia compartía un terreno con la madre de Alcimar, quien vivía en una casa al lado de la que el hijo estaba a punto de terminar de construir. Lo que quedó de las dos casas fue un pedazo de pared. En un radio de treinta metros alrededor de las ruinas, lo único que se ve son más escombros de otras casas de madera, mezclados con ropa, platos rotos, colchones.
Xanxerê tiene 47 mil habitantes. Dos mil y quinientas casas fueron destruidas. Hay todavía alrededor de mil personas sin hogar. El ejército fue desplazado para ayudar a la población de la ciudad, cuyo ayuntamiento decretó el estado de “calamidad pública”.