Moussallem (Focolares): Que la Iglesia envíe a las mujeres a confrontarse con musulmanes y personas de otras confesiones
¿Por qué las mujeres serían figuras ideales en el diálogo interreligioso?
¿Su ambición sólo responde a un deseo de emancipación?
¿Es una manera de redimirse donde, como en el caso de la Iglesia, hay menos cargos directivos respecto al sexo masculino?
Un silencio que “habla”
Al contrario. El protagonismo de las mujeres en el diálogo interreligioso es simplemente la desembocadura natural de su personalidad. Lo explica a Aleteia Rita Moussallem, co-directora del Centro para el Diálogo Interreligioso del Movimiento de los Focolares (Líbano).
“La mujer, por sus características peculiares, puede ofrecer una importante aportación al diálogo –sostiene Moussallem–; una de éstas es la capacidad de escucha. O mejor…de hacer silencio, pero un silencio de quien sabe discernir y hacer florecer la interioridad del otro, de aquel que tiene delante”.
Una campaña de sensibilización
La co-directora del Centro para el Diálogo Interreligioso de los Focolares intervino en la Conferencia Internacional Mujeres hacia una agenda para el desarrollo post 2015, organizada en Roma por el Consejo Pontificio Justicia y Paz, de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas y por la Alianza Mundial de Mujeres por la Vida y la Familia.
Qué mejor ocasión para sensibilizar a una audiencia de mujeres procedentes de todo el mundo sobre una temática tan delicada como el diálogo interreligioso.
Las verdaderas custodias de la esperanza
Las “mujeres –prosigue Moussallem– tienen una empatía particular, una capacidad de amar, de “hacer familia”, gracias a la cual saben crear buen ambiente. No buscan poder “exterior”, sino el poder del amor. Tienen el don de la maternidad, no sólo física, sino también espiritual, porque sólo ellas saben qué significa saber custodiar y generar una vida. Pero también una capacidad única de sufrir, de perdonar".
Yo llamaría a las mujeres… “custodias de la esperanza”, afirma: cuando todos parecen derrotados, ellas logran todavía esperar porque tiene fe en el amor y en esa vida que sabe generar”.
“La ausencia es un error histórico”
¿Por qué entonces el diálogo se ha privado casi siempre, al menos hasta hoy, de protagonistas femeninas? Se cuentan con cuentagotas a las mujeres protagonistas en las mesas, conferencias, cumbres con los líderes cristianos y musulmanes.
“La ausencia de las mujeres en estas ocasiones es un error histórico. El diálogo es un camino que la mujer y el hombre deben realizar juntos. Hoy más que nunca es necesario que estemos presentes. Si a lo largo del tiempo hemos sido protagonistas de los afanes familiares, de la educación impartida en muchos institutos religiosos, ahora estamos llamadas a un mayor escalón”.
Protagonistas gracias al Papa Francisco
Según Moussallem, este “nuevo protagonismo” “está en fase de lanzamiento, gracias al Papa Francisco que nos ha vuelto más protagonistas en las instituciones eclesiásticas. Pero casos de mujeres a la cabeza de la sociedad civil ya se escuchan continuamente. Y entonces me viene a la mente un precursor del protagonismo femenino incluso en el ámbito del diálogo interreligioso”.
Los discursos de Chiara Lubich
La responsable por el diálogo de los Focolares recordó a Chiara Lubich. “En Tokio, Japón, habló frente a 12.000 budistas; en una mezquita en Harlem, Estados Unidos, frente a miles de musulmanes afroamericanos. Una mujer blanca, en una mezquita, siendo atentamente escuchada, un caso excepcional. Y enseguida prosiguió este compromiso por la paz y la integración entre las religiones con otros encuentros también en Italia”.
La bondad de Madre Teresa
Luego, continúa Moussallem, “pienso en la madre Teresa de Calcuta que, con el amor por lo últimos, conquistó los favores de numerosos hindúes. Tanto ella como Chiara lograron dar a conocer el propio anuncio, a través de un gran testimonio de vida y fe. Por eso han dado frutos: no se trató de testimonios teóricos, sino de vida concreta, de cotidianidad, de integración real”.