El Papa Francisco a los obispos dominicanos: “Es importante saber integrar a los inmigrantes en la sociedad y acogerlos en la comunidad eclesial”
El canciller de Haití, Lener Renauld, anunció ayer la firma de un protocolo de repatriación de inmigrantes indocumentados haitianos con República Dominicana, cuyas autoridades han anunciado la deportación de toda persona que, cumplido el plazo este mes, no se haya acogido al programa de regularización de extranjeros.
Gran parte del problema de muchos miles de inmigrantes haitianos en Dominicana proviene de que su propio país de origen carece de la organización suficiente para facilitar documentos de identidad a sus ciudadanos.
Renauld dijo en una conferencia de prensa en Puerto Príncipe que su colega dominicano Andrés Navarro visitará Haití esta semana para suscribir el documento que busca garantizar los derechos de sus compatriotas en el momento de producirse las deportaciones.
República Dominicana ejecuta el plan nacional de regularización de extranjeros indocumentados en cumplimiento a un fallo del Tribunal Constitucional de hace dos años y está realizando un gran esfuerzo organizativo para registrar y documentar a los extranjeros sin documentación de identidad.
Renauld agregó que su gobierno, a través de varios ministerios, ha tomado todas las previsiones para recibir a los repatriados haitianos, aunque aseguró que la identificación de sus inmigrantes indocumentados continúa en territorio dominicano a través de tres nuevos centros de registro.
El gobierno haitiano desarrolla un Programa de Identificación de Inmigrantes de Haití (PIDIH) desde julio del año pasado, con el fin de proporcionar documentos (certificado de nacimiento, carné de identidad, pasaporte) a descendientes de haitianos que viven ilegalmente en República Dominicana.
“El 17 de junio no habrá ningún desastre”, dijo ayer el canciller haitiano.
Precisamente en estos días los obispos dominicanos se encuentra en su visita ad limina en el Vaticano. Con motivo de esta visita, el Papa Francisco les ha dicho, entre otras cosas que “es importante saber integrar a los inmigrantes en la sociedad y acogerlos en la comunidad eclesial”.