El Pontífice recibe en audiencia a los representantes de la FAO a pocos días de la publicación de su encíclica ecológica
El Papa Francisco ha exhortado a los participantes de la 39 Conferencia de la FAO este jueves 11 de junio, y a las personas, en general, a no delegar a otros la asistencia de quienes sufren la falta de alimentos y la desnutrición, a modificar los estilos de vida, mientras se espera la próxima semana la publicación de la encíclica ecológica titulada, Laudato sii.
El Pontífice ha manifestado su preocupación por el acceso al alimento como un derecho para todos, el desperdicio de la comida y la educación de las personas para una correcta dieta alimenticia, además del “acaparamiento de las tierras de cultivo por parte de empresas transnacionales y Estados, que no sólo priva a los agricultores de un bien esencial, sino que afecta directamente a la soberanía de los países”.
“Las proyecciones de la FAO –ha indicado- dicen que para el año 2050, con nueve mil millones de personas en el planeta, la producción (agrícola) tiene que aumentar e incluso duplicarse. En lugar de dejarse impresionar ante los datos, modifiquemos nuestra relación con los recursos naturales, el uso del suelo, el consumo, eliminando el derroche: así venceremos el hambre”.
El Papa ha denunciado ante los representantes de la FAO en el Vaticano el crecimiento del número de personas con dificultades para acceder a comidas regulares y saludables.
“Pero, en vez de actuar, preferimos delegar, a todos los niveles -ha denunciado-. Y pensamos que alguien habrá que se ocupe, tal vez otro país, o aquel gobierno, aquella organización internacional”.
Preocupados por el hambre solo en las conferencias
Francisco ha explicado que existe una tendencia “a "desertar" ante cuestiones difíciles”, algo que considera humano, y ha señalado la otra cara de las mismas personas que dicen: “no faltemos a una reunión, a una conferencia, a la redacción de un documento”.
“Por el contrario -ha confirmado-, debemos responder al imperativo de que el acceso al alimento necesario es un derecho para todos. Y los derechos no permiten exclusiones”.
Preocupan los alimentos desperdiciados
En otro punto del discurso, el Papa ha manifestado su preocupación por “las estadísticas sobre los residuos: en esta partida se incluye un tercio de los alimentos producidos. E inquieta saber que una buena cantidad de los productos agrícolas se utiliza para otros fines, tal vez fines buenos, pero que no son la necesidad inmediata de quien pasa hambre”, en referencia a los biocombustibles sacados del maíz y otros productos agrícolas, además de para alimentar animales.
“Ciertamente -ha insistido- hay que garantizar condiciones ambientales cada vez más sanas, pero ¿podemos seguir haciéndolo excluyendo a alguien? Se ha de sensibilizar a todos los países sobre el tipo de nutrición adoptada, y esto varía dependiendo de las latitudes”.
Preocupa cantidad, calidad e inseguridad de los alimentos
El Papa ha explicado que mientras en el Sur del mundo la preocupación es la “cantidad” de los alimentos, en el Norte el punto central es “la calidad de la nutrición y de los alimentos”. Y ha indicado que también “pesa la situación de inseguridad determinada por el clima, por el aumento de la demanda y la incertidumbre de los precios”.
Cambiar los estilos de vida
“Intentemos, por tanto, asumir con mayor decisión el compromiso de modificar los estilos de vida, y tal vez necesitemos menos recursos. La sobriedad no se opone al desarrollo; más aún, ahora se ve claro que se ha convertido en una condición para el mismo. Para la FAO, esto también significa proseguir en la descentralización, para estar en el medio del mundo rural y entender las necesidades de la gente que la organización está llamada a servir”.
El cambio climático
“El cambio climático nos hace pensar también en el desplazamiento forzado de poblaciones y en tantas tragedias humanitarias por falta de recursos, a partir de agua, que ya es objeto de conflictos, que previsiblemente aumentarán”."Y sigamos luego la lucha contra el hambre sin segundas intenciones.", ha añadido.
En su alocución, ha saludado al reelegido director general de la FAO, el brasileño, José Graziano da Silva. Y ha recordado que participó en noviembre de 2014 en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición en la sede de la FAO, en Roma, cuando exhortó a los lideres mundiales a “responder concretamente a los hambrientos y a todos los que esperan del desarrollo agrícola una respuesta a su situación”. Además, alertó de la posibilidad de una próxima "guerra" por el agua.
En su discurso, ha señalado que la situación de “la situación de la nutrición en el mundo” ha mejorado en la disminución del hambre respecto a 1992, cuando se contaban 1.200 millones de hambrientos. No obstante, ha advertido que “de poco sirve” si políticos y otros actores “descuidamos la obligación de "erradicar el hambre y prevenir todas las formas de malnutrición en todo el mundo".