Quedan pocos días para la publicación de la nueva encíclica sobre el medio ambiente
El próximo Jueves saldrá a la luz la nueva encíclica del Papa Francisco: Laudato sii y el domingo en el Angelus el Papa Francisco nos ha pedido una renovada atención a la situación del degrado ambiental. La preocupación de la Iglesia por el Medio Ambiente no es nueva, es una honda preocupación que ocupa un gran espacio en el Magisterio. Como preámbulo de la encíclica y a la espera de su contenido pondemos el foco en El magisterio de la Iglesia sobre el medioambiente.
En El Espejo de la Cadena COPE hablaron con Joaquín José Marco autor del libro: Donde los árboles se secan, el hombre sale perdiendo. Un libro donde se analizan estos temas. Para Joaquín Marco “la Iglesia lo que plantea es que las personas, los seres humanos debemos ser los administradores, los custodios y responsables de la creación” y a la vez destaca el riesgo de un panteísmo y divinización de la naturaleza.
Estamos a la espera del contenido de la Encíclica, pero el compromiso de la Iglesia con la salvaguarda del Medio Ambiente no es nuevo, ¿verdad?
No. Hay textos de Pablo VI, sobre todo de Juan Pablo II y en menor medida por extensión, pero con gran profundidad de Benedicto XVI van en ese sentido. De hecho el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia que tiene 11 años dedica un capítulo completo a este ámbito y son innumerables las Encíclicas, los discursos en los que se pueden encontrar referencias a ello.
La Iglesia ya ha hablado en numerosas ocasiones, por ejemplo, del cambio climático.
La Iglesia lo que plantea es que las personas, los seres humanos debemos ser los administradores, los custodios y responsables de la creación. Que la obra que el Señor nos ha entregado perdure para las generaciones futuras. Si no lo hacemos estamos permitiendo que se deteriore algo que debe estar para las personas que nos sigan en la ocupación de la tierra.
En el libro vas a lo práctico y nos explicas que debe hacer el ser humano: Adoptar nuevos estilos de vida. ¿Cuáles son estos nuevos estilos?
Los estilos de vida van en la línea del desarrollo sostenible. Tampoco debemos pensar en divinizar a la naturaleza. El ser humano esta en el centro de la creación y no hay que crear un nuevo panteísmo. La naturaleza no podemos esquilmarla y dañarla hasta el punto de hacer una utilizaciónn sin tenerla en consideración. Podemos disponer de la naturaleza, pero en la forma adecuada sin hacer un abuso de la misma.
La Iglesia nos plantea el uso de la tecnología sin que ella sea negativa. Puede ser positiva en la preservación del Medio Ambiente.
Hablas de la divinización de la naturaleza y de un nuevo panteísmo. ¿Hay riesgo? ¿La Iglesia alerta de ello?
Lo que plantea la Iglesia es que no podemos ir de un extremo al contrario. La Iglesia plantea que debemos ser conscientes de que no estamos caminando en la senda adecuada y debemos ser consecuentes con los países pobres, a los que dañamos con nuestro uso abusivo de la naturaleza como a las generaciones futuras. El paso contrario tampoco es el adecuado. El ser humano esta en el centro y ser consecuentes utilizando la naturaleza de manera moderada.
En el libro y en el Magisterio de la Iglesia tiene gran importancia el Agua. ¿Estamos ante el gran elemento? ¿Es la gran preocupación?
De hecho hay documentos específicos sobre el agua. Juan Pablo II ya hablaba en la relación con el agua y los prófugos ambientales. Las personas que se veían obligadas por esta causa a huir de su territorios en busca de recursos de los que carecían. Todo el mundo se plantea que las posibles guerras que existan en el futuro (ojalá esto no sea así) serán por el agua.Es un recursos esencial, el recurso fundamental para la vida y lamentablemente no estamos sabiendo gestionarla adecuadamente.
Finalizas el libro con un decálogo medioambiental. ¿Cómo es este decálogo?
Es una reescritura de un Decálogo que hizo Justicia y Paz en el año 2005. En un congreso sobre ética y ambiente propusieron un código muy sencillo y, a la vista de todo lo que he ido recopilando, quise proponer un decálogo para resumirlo todo.
Al final concluye con la idea de intentar evitar algo que Juan Pablo II ya veía como un riesgo: Después del peligro del holocausto nuclear terminado con el fin de la guerra fría, ahora hay un peligro de holocausto ambiental.
Trata de resumir las ideas fundamentales de la Iglesia. Seguro que muchas de estas ideas se verán reflejadas en la Encíclica del Papa Francisco.