Laicos comprometidos de toda clase social nacidos en Vietnam que sufrieron una sanguinaria persecución
Hoy, 17 de Junio la Iglesia se viste con colores orientales para conmemorar el nacimiento para el cielo de los santos Domingo Nguyn, Domingo Nhi, Domingo Mao, Vicente Thung y Andrés Thung, quienes fueron martirizados el 16 de junio de 1862 en Bach-Coe, ciudad del Tonquino, hoy Vietnam del Norte, y de Pedro Da, martirizado en un día como hoy del mismo en año, en Qua-Linh, Tonquino.
Nacidos todos en Vietnam, fueron laicos comprometidos: Nguyen médico, Nhi, Mao y los hermanos Tung campesinos, Da carpintero y sacristán. En 1988 el papa Juan Pablo II, les proclamó santos junto con otros 105 compañeros mártires.
Unidos pues a la Iglesia del Vietnam y a quienes están dispuestos a dar su vida por la fe, brindemos a los mártires del Tonquino nuestro aplauso y afecto.
Meditación
Queridos mártires de Tonquino:
Recordar sus vidas es recordar la increíble historia de la evangelización del Tonquino, mezcla de heroísmo y horror, éxito y cruel persecución.
Andrés Thung, joven nativo de 19 años, fuiste tu la primera victima que inauguró la larga era de los mártires del Tonquino que duró dos siglos y medio.
Con algunos intervalos, la persecución se ensañó brutalmente contra la fe cristiana, lo que en muchos casos, sólo sirvió de aliciente para que ustedes siguieran avanzando.
Todas las clases sociales estaban presentes en la comunidad cristiana, desde humildes ciudadanos hasta altos mandarines, a pesar de que el cristianismo estuvo proscrito y los misioneros obligados a vivir escondidos.
El rey Tu-Duc en 1821, dio el edicto más sanguinario jamás promulgado en el país. Los sacerdotes europeos debían ser arrojados a los abismos del mar o a los ríos, y los sacerdotes annamitis debían ser cortados por la mitad.
El balance final fue trágico: numerosos obispos y misioneros fueron bárbaramente ejecutados, cientos de sacerdotes indígenas, catequistas, hermanas "amantes de la cruz" y decenas de miles de católicos de ambos sexos y de toda condición social, recibieron la corona heroicamente con el martirio.
Mártires del Tonquino, nunca olvidaremos la horrible época que ustedes vivieron, porque es una de las páginas más gloriosas de la Iglesia católica.
Artículo originalmente publicado por Radio Vaticano