Lo que ha significado para algunos enfermos la visita del Pontífice, sus abrazos y sus palabras de aliento
El Papa Francisco visitó este domingo 21 de junio por la tarde a los enfermos y los discapacitados de la Iglesia de la Pequeña Casa de la Divina Providencia, conocida como el Cottolengo, en el marco de su viaje apostólico a la ciudad de Turín, Italia.
“Gracias por la labor que ustedes hacen con cariño y humildad al servicio a la Iglesia y de los que sufren, recen por las vocaciones para que otros se unan a esta misión”, expresó el Papa en el pasillo antes de saludar a los enfermos y los trabajadores.
Acogido por 100 enfermos, saludó uno a uno, no solo estrechó manos, sino abrazó y se acercó a las personas una vez más, con un sentido afecto por los enfermos.
El Papa estaba contento de estar con ellos y agradeció a todos los que cuidan a los enfermos: médicos, trabajadores, monjas, sacerdotes, religiosos… "He visto lágrimas correr por los rostros”, explicó Don Marco, sacerdote del Cottolengo.
El Pontífice dejó otra vez el discurso oficial y habló desde el corazón con los pacientes y los trabajadores, y reiteró el mal de la cultura del descarte que atenta contra la vida y la atención de la sociedad por los más débiles. Un discurso breve para estar más tiempo con los enfermos.
Michelle Riva, 56 años, enfermo desde hace 15 años de ELA (esclerosis lateral amiotrófica), se encontró con el Papa Francisco en el Cottolengo.
“Para mí y nuestra asociación (enfermos de ELA) es un sueño la posibilidad de ver de cerca al Papa Franciscos sucede solo una vez en la vida para quien está en mis condiciones”, dijo Riva a Sat2000, la televisión de los obispos italianos. Las palabras son metálicas y robotizadas porque son filtradas por un computador debido a que la enfermedad no le permite hablar.
De hecho, una "cruz" para los enfermos de ELA es el deterioro físico que lleva a la inmovilidad. Riva, para poder ver al Papa, ha sido transportado al Cottolengo en un bus-ambulancia con cuatro puestos que le permite moverse con seguridad junto a un acompañante, incluso realizando viajes largos como al santuario de Lourdes (Francia).
Riva pidió la oración de Francisco porque en unos días le amputarán un brazo debido a un sarcoma (un tipo de tumor que ataca los huesos, los músculos..). “Más allá de la ELA, el diseño que Dios ha deparado para mí se complica y necesito de la cercanía de la palabra de Dios y de la oración de Francisco”.
El hombre considera providencial que el Papa haya visitado Turín justo en el día en que se celebra la Jornada Mundial de la lucha contra la ELA en el mundo, 21 de junio. “Es importante porque las enfermedades raras como la ELA tienen pocos subsidios y fondos para la investigación científica, espero que el Papa diga algo para sensibilizar a las personas y actuar contra la enfermedad”.