Científicos muestran sus hipótesis sobre la tela que cubrió el cadáver de Jesús
Aunque ningún Papa la ha reconocido oficialmente como la tela que cubrió el cadáver de Jesús, la Sábana Santa es la reliquia más preciada de la Iglesia católica. Varios elementos la convierten en algo único, en uno de los objetos más apasionantes del mundo.
La tela
Mide 436 centímetros de largo y 110 de ancho. Es de lino y está tejida con una trama en forma de espina de pez, que coincide con otros tejidos de los siglos primeros siglos hallados en Siria.
Emanuela Marinelli
Sindonóloga
"Se han encontrado tejidos como este en sepulturas de personas ricas. Esta la usó una persona crucificada. ¿Qué otro podría ser? Lo habitual es que los crucificados fueran dejados en fosas comunes, eran pobres o ladrones. Pero Jesús fue llevado al sepulcro de un hombre rico, José de Arimatea, que lo envolvió en un lienzo precioso”.
¿Qué se ve?
En la Sábana Santa se ve un cuerpo de varón de tamaño natural por delante y por detrás. Mide 1 metro y 78 centímetros, tiene entre 30 y 40 años, pesaba unos 79 kilos y se dedicaba a trabajos manuales.
¿Qué le ha sucedido?
El hombre de la Síndone fue flagelado desde los dos costados y por dos personas diferentes. En su cuerpo hay unas 720 heridas, restos de al menos 120 latigazos, realizados con un flagelo de seis cuerdas que tenían atado un objeto punzante.
Fue golpeado con violencia en el rostro. Llevó algo parecido a un casco de espinas, porque por la frente y el cuello tiene restos de sangre que chorrea. Llevó un gran peso sobre la espalda izquierda y tiene heridas de caída en las rodillas.
P. Rafael Pascual
Director Instituto Ciencia y Fe, Regina Apostolorum
"Corresponde a la figura de una persona que ha sufrido todo lo que nos cuentan los Evangelios de una flagelación, una coronación de espinas, una crucifixión”.
Tiene heridas de clavo en la muñeca izquierda y unas manchas de sangre muestran que también fue perforada la derecha. Tiene también una herida por punta de lanza en el costado.
¿Cómo la han dibujado?
La imagen no tiene contornos definidos, es indeleble y no tiene restos de pinceladas. Por eso, el mayor misterio es cómo se produjo. Científicos italianos han lanzado una hipótesis.
Emanuel Marinelli
Sindonóloga
"Se trata de una deshidratación, una oxidación de la celulosa muy superficial. Es idéntica a la que obtenemos con un láser que produzca radiación ultravioleta. La única hipótesis posible es que se haya producido por una gran luz que liberó el cuerpo que estaba envuelto en la sábana. Para quien cree en la resurrección es muy sugestivo”.
¿Qué no se ve?
En la Síndone han encontrado restos de mirra y áloe, con los que se enterraba a los difuntos en Oriente Medio. También polen de 58 plantas diferentes. De ellos 38 no son europeos, y 17 son de Jerusalén, detalles difíciles de falsificar.
Tiene restos de sangre humana del grupo AB, con mucha bilirrubina, señal de que es de alguien que había padecido una muerte violenta.
Emanuel Marinello
Sindonóloga
"La sangre no se ha arrastrado o movido… Es como si el cuerpo hubiera desaparecido dentro de la sábana”.
Además, la Sábana Santa se comporta como un negativo, de forma que -al contrario que las fotografías normales-, se ve mejor en los negativos.
La prueba contraria
A pesar de todo, del principal análisis científico hecho en 1988, la prueba del Carbono 14, mostró que se trata de un tejido medieval, del año 1260. Pero numerosos observadores dicen que las pruebas no fueron realizadas correctamente.
Emanuela Marinelli
Sindonóloga
"La Síndone tiene muchos remiendos, y en el trozo que usaron había restos de algodón. Esto ya hace dudar de la prueba”.
P. Rafael Pascual
Director Instituto Ciencia y Fe, Regina Apostolorum
"Han hecho experimentos para ver si en tiempo medieval se tendría la técnica para producir una imagen como la que vemos en la Sábana Santa y aunque se han dado varias hipótesis, realmente los resultados que han obtenido no son comparables ni mucho menos con los de la Sábana Santa”.
Quizá en el futuro haya nuevas pruebas que arrojen un poco de luz. Pero seguramente ninguna será definitiva, y la Sábana Santa seguirá siendo un objeto apasionante: Quizá el testimonio material de la resurrección de Cristo.
Artículo originalmente publicado por Primeros Cristianos