Sentir y saber que no somos autosuficientes sino que nos necesitamos es una experiencia humana que ayuda a fortalecer las amistades y la relación con Dios. Vívela y compártela a través de esta oración de amistad:
Señor:
Qué bueno es necesitar de la gente, de los demás.
Nos hiciste limitados,
y la amistad es una exigencia de esa limitación,
Pues la limitación llama a la amistad.
Es esa limitación humana por gracia divina
la que nos hace caminar al encuentro del otro.
Es esta limitación humana por gracia divina
que nos hace menos egoístas, autosuficientes,
¡Y más humildes!
Sabes, Señor,
que en verdad este sentirse solo,
desamparado, incompleto, débil y limitado;
esta necesidad del otro,
nos lleva inexorablemente a la amistad pura: a ti.
¡Pues Tú eres diálogo, amor, comunicación, donación!
“En un mundo que se hace desierto
tenemos necesidad de encontrar a un amigo”.
Y lo que más necesitamos en la vida
es de alguien que nos lleve a realizar
lo que podemos y debemos hacer.
Y es en esto que consiste la función del
verdadero amigo.
Gracias Señor
por todo lo que está dentro de nosotros y nuestra comunidad.
Enséñanos a ser para todos
un signo y un instrumento de tu amistad
Amén.