Los helicópteros podrán aterrizar y despegar allí día y noche desde o hacia el hospital Niño Jesús en los casos de graves urgencias y emergencias pediátricas, o para trasplantes de órganos
Los helicópteros que transporten niños en condiciones graves de salud al hospital Niño Jesús de Roma podrán aterrizar a partir de ahora en el helipuerto vaticano para acelerar el ingreso de los pequeños pacientes. Esta innovación, aprobada por el Papa Francisco, será de gran ayuda para los niños enfermos o heridos, y puede permitir salvar muchas vidas.
El helipuerto vaticano fue construido en 1976 por deseo del beato papa Pablo VI. Se utiliza para viajes breves del Papa y en ocasión de visitas de jefes de Estado al Pontífice. El Papa no posee un helicóptero, sino que es la Aeronáutica Militar italiana la que pone uno a disposición del Santo Padre cuando es necesario.
El helipuerto papal, situado en los jardines vaticanos, está muy cerca del hospital Niño Jesús, que pertenece a la Santa Sede y es uno de los mejores de Italia. A partir de ahora, los helicópteros podrán aterrizar y despegar allí día y noche desde o hacia el hospital en los casos de graves urgencias y emergencias pediátricas, o para trasplantes de órganos.
Más adelante, el helipuerto vaticano será integrado en la red para la gestión de emergencias de la región del Lacio, cuya capital es Roma.
La presidenta del hospital, Mariella Enoc, declaró: “Estamos agradecidos por esta disposición, sobre todo por los numerosos pequeños pacientes procedentes de toda Italia que, lamentablemente, necesitan en forma urgente llegar a nuestro hospital".
"Es un gesto importante de caridad que responde a una necesidad de salud fundamental -añadió-: la cercanía física entre el Estado de la Ciudad del Vaticano y nuestro hospital permitirá acortar de manera significativa el tiempo de transporte, contribuyendo en muchos casos a salvar la vida de los niños”.