Algunas disparatadas ideas de los comentaristas conservadores norteamericanosHace poco más de tres meses, el 16 de junio, cuando el Papa Francisco lanzó algunos tuits previos a la difusión de “Laudato si”, hizo enojar a algunos católicos conservadores estadounidenses y a otros personajes, simplemente conservadores, quienes, asustados y medrosos, clamaron a los cuatro vientos que el Papa se estaba “metiendo demasiado en la arena política”.
Pero nadie fue tan lejos como un comentarista de la cadena Fox News, quien dio un paso a la historia universal de la ocurrencia pelma al llamar al Papa Francisco “la persona más peligrosa del planeta”. Fueron éstas, exactamente, las palabras del experto Greg Gutfeld, en el capítulo de la serie “Los cinco” emitido por Fox ese día. ¿Y por qué lo dijo?
Seguramente no se trata de una lumbrera, pero, también seguramente se habría hecho eco de lo que hoy muchos conservadores estadounidenses piensan –sean católicos o no (principalmente no). Para el señor Gutfeld el Papa (con la encíclica “Laudato si” y bueno, ahora más, por su reunión con Fidel Castro en Cuba) andaba buscando “un extraño nuevo respeto” de sus “adversarios”, entre los cuales –Gutfeld presumió– están los “liberales”, en desacuerdo con las posiciones más conservadoras de Francisco sobre los matrimonios gay, la ordenación de mujeres o la contracepción.
¿Batiburrillo de ideas? ¿Estaba rizando el rizo el comentarista de Fox News? Por desgracia, no es así. Hay cientos de estadounidenses ultra conservadores que hoy ven con recelo, primero que nada a un Papa “latino”; segundo que vaya a canonizar hoy 23 de septiembre al primer santo en suelo estadounidense y no sea estadounidense sino fraile, franciscano, de origen español y venido de la Nueva España (el actual territorio de México, el horror de míster Donald Trump); tercero, que vaya a abogar por 11 millones de “ilegales” y cuarto, que vaya a pregonar el amor por el cuidado de la Creación, deteniendo arbitrariamente el reloj del progreso estadounidense (basado, obviamente en producir tomando lo que sea necesario de la naturaleza, de los demás, de los pobres).
Ya ni decir de la relación con Cuba, con el comunismo, con Obama, con Raúl Castro, con Evo, con… Gutfeld dijo en aquel programa que el Papa Francisco “no quiere ser el Papa de tu abuelo… quiere ser un Papa moderno”. Y se lamentó de esta “ocurrencia” cincelando este monumental galimatías con visos de broma ligera: “Ya nada más le faltan las rastas y un perro con pañuelo para ser un okupa de Wall Street”, o sea una especie de hippie moderno.
La ventaja de todo esto es que el Papa está muy por encima de los Gutfelds. Pero de que los habrá como él estos días en Washington, Nueva York y Filadelfia, los habrá y a porrillos. Para estos señoritos satisfechos el Papa es, en definitiva, el más peligroso de todos los seres humanos peligrosos en el horizonte. Y es verdad: porque Cristo es peligroso. Y resulta que Francisco (como Benedicto, como San Juan Pablo II, como Pablo VI, que son los que han estado en EE UU) se toma en serio, muy en serio, el ser su vicario en la tierra.