En la Casa Blanca el Pontífice dice venir a escuchar, dialogar, y define los objetivos del viaje: acompañar al pueblo, las familias, la justicia y el ambiente“Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias. En estos días de encuentro y de diálogo, me gustaría escuchar y compartir muchas de las esperanzas y sueños del pueblo norteamericano”, dijo el Papa en la Casa Blanca este 23 de septiembre.
El Pontífice argentino, nacido en el seno de una familia de inmigrantes italianos, en primer lugar agradeció la “bienvenida” brindada por el presidente Barack Obama y su familia “en nombre de todos los ciudadanos estadounidenses”.
También se refirió a las etapas más importantes de su viaje por los Estados Unidos con el significado de la construcción de la casa común a través del “camino de la reconciliación, la justicia y la libertad”.
“Me gustaría que todos los hombres y mujeres de buena voluntad de esta gran nación apoyaran las iniciativas de la comunidad internacional para proteger a los más vulnerables de nuestro mundo y para suscitar modelos integrales e inclusivos de desarrollo”, declaró el Papa.
El ambiente, tema muy querido por Francisco, también estuvo en el discurso de bienvenida del jefe de la Casa Blanca: “Apoyamos su llamado ante el cambio climático”, afirmó Obama, y finalmente ante cuatro mil invitados, dijo: “Bienvenido a los Estados Unidos”.
La libertad y los principios democráticos
El Pontífice será el primer Papa que pronuncie un discurso en el Congreso estadounidense. En este sentido, dijo que espera “como un hermano de este país, transmitir palabras de aliento a los encargados de dirigir el futuro político de la nación en fidelidad a sus principios fundacionales”.
La familia en crisis
La cita por la que inició el viaje en EEUU, el VIII Encuentro Mundial de las Familias, ha sido remarcada por el Papa como un evento “para celebrar y apoyar a la institución del matrimonio y de la familia en este momento crítico de la historia de nuestra civilización”.
Los católicos igual que otros ciudadanos en EEUU contra la injusticia
El Papa, líder de 70 millones de católicos estadounidenses, confirmó que ellos junto con “sus conciudadanos” del país “están comprometidos con la construcción de una sociedad “tolerante e incluyente”. Así remarcó la salvaguarda de los derechos de las personas y las comunidades, y exhortó a “rechazar toda forma de “discriminación injusta”.
Libertad religiosa
El Pontífice, que sabe hablar a una nación que es bastión del protestantismo, se dirigió a las personas de “buena voluntad” para concertar una agenda común: “construir una sociedad justa”, que respete a sus ciudadanos y su “derecho a la libertad religiosa”, “libertad, – continuó- que sigue siendo una de las riquezas más preciadas de este País”.
De esta manera, citó a los obispos del país, que aseguran “todos estamos llamados a estar vigilantes, como buenos ciudadanos, para preservar y defender esa libertad de todo lo que pudiera ponerla en peligro o comprometerla”.
Medio ambiente
Posteriormente, se dirigió al presidente Obama para manifestarle su complacencia por su propuesta de “reducir la contaminación atmosférica”, una cuestión sobre la que reconoce la “urgencia”. Igualmente señaló que “el cambio climático es un problema que no se puede dejar a la próxima generación”.
“Con respecto al cuidado de nuestra «casa común», estamos viviendo en un momento crítico de la historia. Todavía tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios para lograr «un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”, dijo citando la Laudato si.
En su alocución, pulsó por “la responsabilidad” del mundo que se está dejando a “nuestros hijos”, pero además, por una conciencia seria hacia las “millones de personas que viven bajo un sistema que les ha ignorado”.
“Nuestra casa común ha formado parte de este grupo de excluidos, que clama al cielo y afecta fuertemente a nuestros hogares, nuestras ciudades y nuestras sociedades”, añadió.
El Papa usó la frase significativa del reverendo Martin Luther King: “Podríamos decir que hemos incumplido un pagaré y ahora es el momento de saldarlo”.
Una familia humana para construir la casa común: justicia, reconciliación y libertad
El Obispo de Roma instó a ver la fe como un “proyecto de amor” y dijo que “la humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común”.
De nuevo, hizo referencia a “los esfuerzos realizados recientemente para reparar relaciones rotas y abrir nuevas puertas a la cooperación dentro de nuestra familia humana”.
Por ultimo, saludó: “Señor presidente, una vez más, le agradezco su acogida, y tengo puestas grandes esperanzas en estos días en su país. ¡Que Dios bendiga a América!”.
El Papa y Obama se retiraron para un encuentro privado en el Estudio presidencial de la Casa Blanca con la firma del libro de oro.
Obama: Usted me recuerda lo mejor del cristianismo
Por su parte, Obama reconoció en ocasión de la visita pastoral del Papa, la presencia de los millones de católicos estadounidenses que hacen su aporte al bien de la nación y se refirió a él como al “primer Papa de las américas” y el Papa que trae bajo el brazo la primera encíclica sobre el cuidado del medio ambiente.
Asimismo, Obama alentó el trabajo y la misión de la Iglesia católica que da esperanza a los “sin techo” y a las personas marginadas.
El presidente estadounidense, cristiano, primer afroamericano en la Casa Blanca, elevó la figura del Papa al modelo de “Jesús”, con “este mensaje fuerte del Señor de acoger al extranjero con simpatía, al refugiado que busca escapar de la guerra y por una vida mejor”, dijo.
El presidente, que está por terminar su mandato en 2016, instó a luchar por la justicia social. “Santo Padre: estoy complacido por sostener este nuevo inicio”, afirmó evocando una “cooperación internacional” para acabar con los males del mundo.
Obama se refirió también a la libertad religiosa y las persecución de los cristianos. “Es necesario vivir sin la represión”.
Esta ha sido la tercera visita de un Papa a la Casa Blanca. Juan Pablo II se encontró con el presidente Carter en 1979 y Benedicto XVI fue acogido por el presidente George W. Bush en 2008.