El Pontífice abrió con honores la 70 Asamblea de la ONUDespués de su discurso histórico ante la clase política estadounidense, el Papa Francisco este viernes 25 de septiembre ha continuado la alocución por la fraternidad universal ante los líderes de la comunidad internacional desde la Asamblea General de las Naciones Unidas en New York
El Pontífice desaprobó el “imparable proceso de exclusión” que vive el mundo. En efecto, “un afán egoísta e ilimitado de poder y de bienestar material para “excluir a los débiles y con menos habilidades, o poseen insuficiente capacidad de decisión política”, indicó.
“La exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente”, añadió.
Los pobres víctimas de la cultura del descarte
Los más pobres son los que más sufren: “son descartados por la sociedad y deben sufrir injustamente las consecuencias del abuso del ambiente”, lo que consolidada «la cultura del descarte».
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la Cumbre
En este sentido, el Papa dijo: “Alzo mi voz, junto a la de todos aquellos que anhelan soluciones urgentes y efectivas.
Así indicó: “Confío también que la Conferencia de París sobre cambio climático logre acuerdos fundamentales y eficaces”.
El Pontífice acudió al inicio de la 70ª Sesión de la Asamblea General, acompañado por el Secretario, Ban Ki-moon y el saludo de los altos cargos y personal de la ONU. Así, agradeció al Secretario General por la invitación, en “nombre propio y en el de toda la comunidad católica”.
Los excesos del poder
Alrededor de la labor de la ONU instó a perseguir “el ideal de la fraternidad universal” que recordó parte de la “limitación del poder”. “Dar a cada uno lo suyo” que significa “que ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente”.
A continuación, lamentó los “muchos falsos derechos” y –a la vez– grandes sectores indefensos, víctimas más bien de un mal ejercicio del poder: el ambiente natural y el vasto mundo de mujeres y hombres excluidos”. Derechos que se consolidan en la “protección del ambiente y acabando con la exclusión”, indicó.
El derecho del ambiente
Análogamente, el Papa habló del “derecho del ambiente”. Primero, “porque los seres humanos somos parte del ambiente”, lo que necesita de” límites éticos que la acción humana”. Además, porque el hombre “solo puede sobrevivir y desarrollarse si el ambiente ecológico le es favorable. Cualquier daño al ambiente, por tanto, es un daño a la humanidad”, señaló.
En segundo lugar, defendió a todas “las creaturas”. Y remarcó que “para todas las creencias religiosas, el ambiente es un bien fundamental (cf. ibíd., 81).
Voluntad efectiva de los gobiernos, y no compromisos solemnes
El Pontífice denunció que “no bastan” compromisos solemnes. Ahora, el mundo reclama de todos los gobernantes una voluntad efectiva, práctica, constante, de pasos concretos y medidas inmediatas, para preservar y mejorar el ambiente”.
El Papa invitó a reformar el “Consejo de Seguridad y los organismos financieros y los grupos o mecanismos especialmente creados para afrontar las crisis económicas”. Así, abogó por una “reforma y la adaptación a los tiempos” de la ONU con el objetivo “de conceder a todos los países una participación” en las decisiones”.
No usuras y abuso contra los países en vías de desarrollo
“Esto ayudará a limitar todo tipo de abuso o usura sobre todo con los países en vías de desarrollo”. Los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sustentable de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia”.
70 años de la ONU
Asimismo, recordó los 70 años aniversario de la ONU y el bien realizado en “la solución de muchos conflictos y operaciones de paz y reconciliación” y tantos “otros logros” que indicó “son luces que contrastan la oscuridad del desorden causado por las ambiciones descontroladas y por los egoísmos colectivos”. Igualmente ha rememorado los funcionarios de la ONU muertos en su misión.
Recuerdo a sus predecesores
“No puedo menos que asociarme al aprecio de mis predecesores, reafirmando la importancia que la Iglesia Católica concede a esta institución y las esperanzas que pone en sus actividades”, dijo.
Así recordó que esta es la quinta vez que un Papa visita las Naciones Unidas. Pablo VI en 1965, Juan Pablo II en 1979 y 1995 y, el Papa emérito Benedicto XVI, en 2008. Una curiosidad ha sido la novedad de la bandera blanca y dorada del Vaticano que se izó en la ONU por primera vez justo antes de la llegada de Francisco.
Por su parte, en la presentación del huésped, Ban Ki-moon dijo: “Usted nos recuerda un concepto importante; la ecología integral que abraza el ambiente, la economía y la sostenibilidad para la humanidad”, dijo. Asimismo, citó el tema principal de la encíclica para proteger la casa común. “Usted da un mensaje para que acabemos con la crisis del ambiente”, dijo Ki-moon.
El discurso de Francisco ha generado muchas expectativas debido a su reciente Encíclica social sobre el cuidado de la Tierra, en medio de la incoherencia del liderazgo internacional para encontrar soluciones eficaces al calentamiento global, la “guerra a pedazos”, los prófugos, la veneración al “dios dinero”, entre otros temas de la humanidad.
La alocución del Papa llega en un momento importante en el cuál se definen las nuevas metas para el desarrollo post 2015, y serán aplicadas por los 193 estados miembros.
Francisco también se ha reunido con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y con altos cargos y personal de la ONU. Antes ha saludado a los empleados del “Palacio de Vidrio”.