Recuerdo a las víctimas del 11-S, junto a representantes de diversas religionesFue uno de los actos más emotivos de la visita del Papa Francisco a EEUU. Allí donde miles de vidas fueron arrebatadas en un acto “insensato de destrucción” y donde “el dolor es palpable”. En el mismo lugar de los terribles atentados del 11-S que conmovieron a toda la humanidad.
El bien “vence sobre el mal, la reconciliación y la unidad vencerán sobre el odio y la división”, expresó el Pontífice al participar en el encuentro interreligioso en el memorial de Ground Zero en New York.
Después de una oración donde participaron diversos lideres religiosos, judíos, islámicos, hinduistas, cristianos, el Papa ofreció la oración había recitado en el mismo lugar el Papa emérito, Benedicto XVI.
Ya en su discurso explicó como en este lugar
“el dolor es palpable” yrecordó las victimas que se fueron debido al “poder de aquellos que creen que la destrucción es la única forma de solucionar los conflictos”.
El agua fue utilizada como el Papa Francisco como metáfora del “grito silencioso de quienes sufrieron en su carne la lógica de la violencia, del odio, de la revancha. Una lógica que lo único que puede producir es dolor, sufrimiento, destrucción, lágrimas”, expresó Francisco.
Momentos antes, el Papa Francisco tuvo un breve encuentro con algunas de las familias de los primeros socorristas caídos en servicio y hacia ellos tuvo palabras de cariño: “ellos me han sabido mostrar la otra cara de este atentado, la otra cara de su dolor: la potencia del amor y del recuerdo”.
“En el momento de mayor dolor, sufrimiento, ustedes fueron testigos de los mayores actos de entrega y ayuda”, destacó el Pontífice: “Manos tendidas, vidas entregadas. En una metrópoli que puede parecer impersonal, anónima, de grandes soledades, fueron capaces de mostrar la potente solidaridad de la mutua ayuda, del amor y del sacrificio personal”.
Lo vivido aquel 11-S cambió la historia de la humanidad. Hubo mucho dolor, pero también hubo solidaridad sin mirar la sangre, el origen, el barrio. Todos los habitantes de Nueva York se unieron y el Papa quiso recordarlo: “era cuestión de solidaridad, de emergencia, de hermandad. Era cuestión de humanidad”.
“La vida siempre está destinada a triunfar sobre los profetas de la destrucción, sobre la muerte, que el bien siempre despertará sobre el mal, que la reconciliación y la unidad vencerá sobre el odio y la división”, destacó el Papa, que mostró su intención de mostrar que “en las diferencias, en las discrepancias, es posible vivir en un mundo de paz”.
“Juntos hoy somos invitados a decir «no» a todo intento uniformante y «sí» a una diferencia aceptada y reconciliada”, explicó el Papa, que quiso desterrar el odio, la venganza y el rencor.
Finalizó su intervención pidiendo a todos el hacer un momento de silencio y oración: “Pidamos al cielo el don de empeñarnos por la causa de la paz. Paz en nuestras casas, en nuestras familias, en nuestras escuelas, en nuestras comunidades. Paz en esos lugares donde la guerra parece no tener fin. Paz en esos rostros que lo único que han conocido ha sido el dolor. Paz en este mundo vasto que Dios nos lo ha dado como casa de todos y para todos. Tan solo, PAZ”.