El futuro de la Iglesia, “reclama ya desde ahora una participación de los laicos mucho más activa”, dijo el Papa en Filadelfia“Uno de los grandes desafíos de la Iglesia en este momento es fomentar en todos los fieles el sentido de la responsabilidad personal en la misión de la Iglesia, y capacitarlos para que puedan cumplir con tal responsabilidad como discípulos misioneros, como fermento del Evangelio en nuestro mundo”, dijo el Papa Francisco este sábado 26 de septiembre en la misa celebrada en la Catedral de los Santos Pedro y Pablo en Filadelfia.
Dirigiéndose a los religiosos, religiosas, sacerdotes y obispos: “Esto no significa renunciar a la autoridad espiritual que se nos ha confiado; más bien, significa discernir y emplear sabiamente los múltiples dones que el Espíritu derrama sobre la Iglesia”.
Al final, en el contexto del próximo Sínodo Ordinario sobre la Familia y del encuentro con las familias del mundo en Filadelfia, el Papa ha pedido una mayor atención pastoral al “núcleo de la sociedad”, y sus miembros, madres, padres, hijos, abuelos…
En el encuentro con el clero de la Ciudad, epicentro de la libertad del EEUU y corazón pulsante de la evangelización, el Obispo de Roma rememoró la historia de santa Catalina Drexel, nacida allí, y su encuentro con el Papa León XIII.
Ella le habló de las necesidades de las misiones. Francisco dijo: “el Papa –era un Papa muy sabio– le preguntó intencionadamente” a Catalina: «¿Y tú?, ¿qué vas a hacer?».
Luego indicó que esas palabras “cambiaron la vida de Catalina, porque le recordaron que al final todo cristiano, hombre o mujer, en virtud del bautismo, ha recibido una misión”. Cada uno de nosotros tiene que responder lo mejor que pueda al llamado del Señor para edificar su Cuerpo, la Iglesia”.
¿Y tú?
Sucesivamente el Papa indicó dos aspectos sobre la misión de transmitir la alegría del Evangelio y edificar la Iglesia, “ya sea como sacerdotes, diáconos o miembros de institutos de vida consagrada”, indicó.
¿Y tú? Es una llamada a “una persona joven, a una mujer joven con altos ideales, y cambiaron su vida”.
Así pregunto: ¡Cuántos jóvenes en nuestras parroquias y escuelas tienen los mismos altos ideales, generosidad de espíritu y amor por Cristo y la Iglesia!
¿Los desafiamos? ¿Les damos espacio y les ayudamos a que realicen su cometido? ¿Encontramos el modo de compartir su entusiasmo y sus dones con nuestras comunidades, sobre todo en la práctica de las obras de misericordia y en la preocupación por los demás? ¿Compartimos nuestra propia alegría y entusiasmo en el servicio al Señor?
La mujer laica
Asimismo, indicó que el futuro de la Iglesia, “reclama ya desde ahora una participación de los laicos mucho más activa”. En este sentido, “La Iglesia en los Estados Unidos ha dedicado siempre un gran esfuerzo a la catequesis y a la educación”, dijo.
De manera particular, significa valorar la inmensa contribución que las mujeres, laicas y religiosas, han hecho y siguen haciendo a la vida de nuestras comunidades.