Oriente Medio, la Polonia comunista… la capacidad de perdón de los cristianos ha sido puesta a prueba muchas veces en las últimas décadasLa Iglesia, los cristianos, han sido perseguidos a lo largo de los siglos, de una u otra forma, en uno u otro lugar, o en vastos lugares, como al inicio en el Imperio Romano.
Hoy son perseguidos, hasta su casi aniquilación total, los fieles de las iglesias cristianas de los países musulmanes en Oriente Próximo, donde una versión radicalizada del Islam se impone por la fuerza, hasta el asesinato de aquellos “infieles” que no profesan el Islam. También existe una persecución de unas ramas del Islam contra otras.
¿Es fácil el perdón para quienes son perseguidos por la fe? En los casos anteriores los cristianos prefieren la muerte antes que renunciar a su fe y perdonan a quienes les aniquilan.
Lo dijo una cristiana siro-mequita (católica), Mireille Al-Farah, en una conferencia pronunciada en Barcelona dentro de un ciclo de conferencias sobre la persecución religiosa que se celebra en Barcelona, organizado por Cinemanet.
“Los cristianos prefieren la muerte”, dijo. “No queremos dejar de ir a misa, aunque el hacerlo a veces cuesta la muerte”.
Contó Mireille Al-Farah su experiencia personal y familiar de la persecución religiosa en la actual Siria. Lo contaba con emoción.
“Los yihadistas son unos niños perdidos –afirmó- que creen hacer algo bueno usando la violencia. Pero Dios no está con ellos, porque Dios no es así. Dos es amor”.
Y añadió a renglón seguido: “Yo les perdono de todo corazón, porque en nuestra religión está el perdón de los enemigos”. Eso, el perdón de los enemigos, no lo entienden la mayoría de los musulmanes, dijo.
Y volvemos a la pregunta: ¿es fácil perdonar a los enemigos? Mireille no quiso decir si era fácil el perdón a los enemigos, porque no lo es, pues brota del interior del alma como un acto de voluntad asistido por la gracia de Dios.
En el perdón hay un halo de esperanza: “Con el diálogo y con el amor se puede llegar a todo. Yo tengo mucha fe en que esta violencia va a acabar, y podréis visitar nuestras parroquias”, Y terminó: “necesitamos de vuestras oraciones, porque debemos sentirnos acompañados. A veces parece que estamos solos”.
En otra sesión de Cinemanet, el Vicerrector de Investigación y Relaciones Internacionales de la Universidad Abad Oliva, Dr. Marcin Kazmierczak, conmemoró el aniversario del asesinato del sacerdote, hoy beato, Jerzy Popieluszko, mártir por odio a la fe de los agentes comunistas polaco-soviéticos.
Fue hallado muerto, tras una brutal paliza, en el río, en 13 de octubre de 1984, hace 31 años. El padre Popieluzko murió a los 37 años, y Polonia erigió un monumento a su memoria.
Marcin Kazmierczak conoció personalmente al padre Popieluzko. Dijo que cuando se sentía perseguido por los servicios secretos polaco-soviéticos (la tristemente famosa SB) luchaba en su interior para perdonar a quienes le hacían casi imposible ejercer su ministerio sacerdotal entre los obreros afiliados al sindicato Solidarnosc. Él, sin embargo, perdonó a quienes le perseguían, y lo dijo varias veces.
Era incomprensible para los comunistas, que desconocían el perdón.
El vicerrector de la Universidad Abad Oliba manifestó que la fortaleza de la fe del pueblo polaco es haber resistido no solo a quienes quisieron aniquilar al pueblo, sino a quienes quisieron ahogar la fe católica del pueblo. La piedra de la persecución es sobre la que se asienta la fe del pueblo de Polonia.
Y añadió que en España, durante la guerra civil, han podido contarse cerca de 9.000 mártires, aunque no se haya levantado ningún monumento a ninguno de ellos. Pero fueron mártires porque prefirieron la muerte, a veces muy violenta, antes de abjurar la fe católica.