Los niños cada vez juegan menos físicamente, y llevan un estilo menos saludableLos niños tienen derecho al juego, afirma el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño. El juego en movimiento, al aire libre, que fomenta el desarrollo físico y psíquico del niño, es además de un derecho una necesidad para ellos. En la Argentina, sin embargo, un importante porcentaje de ellos no lo hace lo suficiente, o vive en condiciones que se lo impiden. Así lo revela el informe “Oportunidades para el juego en movimiento” producido por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina.
A partir de datos obtenidos en 5700 hogares, ubicados en 950 puntos del país, las ciudades en la Argentina presentan insuficientes espacios públicos para facilitar el juego activo de las infancias y adolescencias: 30% de los niños y jóvenes relevados con entre 5 y 17 años vive en barrios con situaciones deficitarias en el medio ambiente, con contaminación, cerca o en basurales, etc.
“Efectivamente, las infancias se concentran de modo particular en barrios con fábricas contaminantes o basurales en las inmediaciones, barrios donde la gente se siente poco segura, o donde no hay una plaza o espacio verde cerca ni tampoco un club o centro de deportes”, asegura el informe, que observa que las situaciones deficitarias son mayores entre los niños más pobres.
Tomando como premisa que lo recomendable es que un niño acumule diariamente al menos “60 minutos de actividad física regular de intensidad moderada a vigorosa”, el estudio también observa insuficiencias en el ejercicio de los niños. Un 30% de los niños de entre 5 y 12 no alcanza los 40 minutos. Además, advierte el estudio, “no se observan diferencias relevantes en los niveles de juego al aire libre entre quienes residen en barrios inconvenientes y quienes no: los niveles de déficit se ubican en 46% tanto en los barrios deficitarios -en términos de espacio público- como en los no deficitarios”.
En otro plano, el estudio concluye que el 60%, considerando niños y adolescentes de menos de 17 años, no realiza actividad física o deportiva extra-escolar, una tendencia más fuerte entre las mujeres que entre los varones.
Otro hallazgo de la UCA es que el 42% suele estar frente a pantallas, con videojuegos o televisión, por un tiempo promedio diario superior a dos horas. Al abordar esta cuestión y su relación con la actividad física, los investigadores tomaron como variable de estudio la tenencia de playstation. La observación dio como resultado que quienes cuentan con playstation en el hogar tiene mayor nivel de déficit (66,4%) que los que no tienen (61,3%).
La diferencia, aunque no mayor, es completada por una reflexión de los autores del estudio: “En lugar de competir contra una actividad altamente valorada, se propone como una estrategia alternativa, reemplazar el tiempo sedentario de pantalla por el tiempo activo de pantalla. De esta forma, los videojuegos que requieren actividad física más allá de los convencionales, controlados manualmente, se denominan vídeo juegos activos. Estos juegos son una tecnología emergente con el potencial para superar muchas de las barreras actuales para la realización de actividad física en los niños y niñas”, explican.
Por la variabilidad del impacto de estos juegos en los niños, advierten tras revisar la bibliografía existente, “es prematuro avalar los vídeos juegos activos en la promoción de la actividad física realizada en las clases de Educación Física, con el objetivo de obtener beneficios para la salud”.
El estudio, independientemente de trabajar con estadísticas obtenidas en la Argentina, posee referencias bibliográficas y abordajes aplicables a otros países. El derecho al juego es un derecho universal de nuestros niños, y una necesidad. Para ver el informe, realizado gracias al apoyo de la Fundación Arcor, visitar la página: http://www.uca.edu.ar/index.php/site/index/es/uca/observatorio-de-la-deuda-social-argentina/