El fenómeno es cada vez más común en la cultura contemporánea. Pero ¿qué simboliza?El tatuaje se ha vuelto común en las sociedades occidentales. Parece paradójico, pero es precisamente en una época de comportamientos fugaces e ideas inconstantes que el tatuaje se destaca como una señal de “identidad” y un símbolo de “para siempre”.
El tatuaje cambia nuestra mirada sobre el cuerpo: si observamos el David de Miguel Ángel o cualquier otra representación clásica del cuerpo a partir de la armonía del conjunto, en el tatuaje vemos la particularidad y en ella intuimos el conjunto.
Significados
Cada diseño trae consigo un significado, como las golondrinas y el deseo de escapar, o los motivos marinos y su relación con el miedo a la muerte a lo largo de la navegación… Existen calaveras, demonios y símbolos vinculados al lado oscuro de la existencia, o cobras, panteras y leones que remiten a la transgresión y la fuerza, o mariposas, flores de loto y pavo reales que dan énfasis a la interacción con los colores. Hay tatuajes que evocan el imaginario exótico: samuráis, geishas, monstruos mitológicos… Hay grupos que usan los tatuajes como una marca de su identidad social.
Algunos números
Se estima que el 3,3% de las personas tatuadas han tenido complicaciones, reacciones alérgicas o infecciones, pero este número parece estar subestimado. El 17% de los tatuados declaran haberse arrepentido y el 4% buscan formas de borrar los tatuajes.
El Ministerio de la Salud, como el italiano, prohibirán algunos pigmentos sintéticos (en especial el negro y el rojo) a causa de su riesgo de contaminación; los colores naturales, por otro lado, tienen una acción auto-esterilizadora. El 18% de las sustancias utilizadas para tatuar la piel están contaminadas con microorganismos u hongos.
Algunas preguntas
¿Será que la evolución del tatuaje en los últimos años cuenta historias de una nueva libertad antropológica, entrelazando la vida personal y social? ¿Cuáles son las consecuencias personales y sociales del “consumo” de tatuajes? ¿Esta práctica puede ser una “nueva emancipación”, en que la piel desnuda relata nuevas batallas de la existencia? ¿La piel se vuelve el cuadro negro de un malestar espiritual indeleble? ¿Se intenta cambiar el cuerpo porque no se logra cambiar el entorno?
Son preguntas desafiantes para quien quiere conocer mejor el alma de la cultura contemporánea y su búsqueda de sentido.
Publicado en el Blog de Francesco Occhetta