Primer encuentro en República Centroafricana con las autoridades y las organizaciones internacionalesEl Papa Francisco realizó su discurso ante la Jefa del Estado de Transición en la República Centroafricana. Fue nada más llegar al país y no se ofrecieron imágenes del acto en directo por cuestiones de seguridad. En el acto también estaban presentes los miembros del Cuerpo Diplomático y los representantes de las organizaciones internacionales: “cuyo trabajo evoca el ideal de solidaridad y de cooperación que se ha de promover entre los pueblos y las naciones”.
Papa Francisco nada más llegar recordó: “Vengo como peregrino de la paz, y me presento como apóstol de la esperanza. Por este motivo, felicito a las diversas autoridades nacionales e internacionales, con la Jefa del Estado de Transición a la cabeza, por los esfuerzos que han realizado para dirigir el país en esta etapa”. El obispo de Roma deseó que las próximas elecciones que se celebran en dos semanas, “permitan al país entrar con serenidad en una nueva etapa de su historia”.
El Papa quiso reflexionar sobre las tres palabras que resumen el lema de la República Centroafricana: “Unidad – Dignidad – Trabajo”.
Sobre la Unidad, explicó: “es un valor fundamental para la armonía de los pueblos”. “Se ha de vivir y construir teniendo en cuenta la maravillosa diversidad del mundo circundante, evitando la tentación de tener miedo de los demás, del que no nos es familiar, del que no pertenece a nuestro grupo étnico, a nuestras opciones políticas o a nuestra religión”. “La unidad en la diversidad es un desafío constante que reclama creatividad, generosidad, abnegación y respeto por los demás”,destacó.
Sobre la dignidad mostró que “cada persona tiene una dignidad”. “Hay que hacer lo que sea para salvaguardar la condición y dignidad de la persona humana. Y el que tiene los medios para vivir una vida digna, en lugar de preocuparse por sus privilegios, debe tratar de ayudar a los pobres para que puedan acceder también a una condición de vida acorde con la dignidad humana, mediante el desarrollo de su potencial humano, cultural, económico y social”.
Finalmente habló del trabajo: “Su país se encuentra en una zona que, debido a su excepcional riqueza en biodiversidad, está considerada como uno de los dos pulmones de la humanidad. En este sentido, y remitiéndome a la Encíclica Laudato si’, me gustaría llamar la atención de todos, ciudadanos, autoridades del país, socios internacionales y empresas multinacionales, acerca de la grave responsabilidad que les corresponde en la explotación de los recursos medioambientales, en las opciones y proyectos de desarrollo, que de una u otra manera afectan a todo el planeta”.
Papa Francisco también habló de la evangelización de esta tierra y renovó el propósito de la Iglesia de “contribuir cada vez más a la promoción del bien común, especialmente a través de la búsqueda de la paz y la reconciliación”.
Sus últimas palabras fueron para la comunidad internacional: “Les animo fervientemente a que sigan avanzando todavía más en el camino de la solidaridad, con la esperanza de que su compromiso, unido al de las Autoridades centroafricanas, sirva para que el país progrese, sobre todo en la reconciliación, el desarme, la preservación de la paz, la asistencia sanitaria y la cultura de una buena gestión en todos los ámbitos”.