En 2015, casi un millón de refugiados y migrantes ha cruzado el Mediterráneo desde Oriente Medio y el Norte de África hacia Europa. Escapan de la guerra, la persecución y la pobreza en países como Siria, Irak, Afganistán, el Sur de Sudán y Eritrea.
Cruzan el mar en lanchas improvisadas y botes abarrotados de personas guiados por criminales, sin permitirles llevar agua o muchas maletas. En estos botes, donde van hombres, mujeres y niños, han muerto ahogadas más de 3,500 personas en su intento por escapar.
En cada etapa del viaje, las organizaciones nacionales de Caritas les proporcionan a los refugiados comida, vestido y asistencia médica, mantas y un refugio donde resguardarse del frío. Este video atestigua la gigantesca labor humanitaria de la Iglesia católica por los refugiados.